Aires de gran noche para la primera visita de The Dirty Strangers a Barcelona en vísperas del concierto de los Rolling Stones. Único concierto en territorio nacional de sus Majestades Satánica en territorio nacional el pasado 27 de septiembre dentro de su gira europea «No Filter Tour».
Noche denominada No Filter Party organizada por Jordi Güelly Aurelio Morata de Mitik Records y apoyado desde 40×5 Tributo Bar, desde las páginas del Ruta 66 y Jesús Moreno de Discos Revolver contaron con los barceloneses Canal 69 para caldear una sala Sidecar que rápidamente se llenaba para poder ver de cerca de a The Dirty Strangers.
Canal 69 pusieron la directa desde el comienzo ejecutando canciones que evocaban crujidos stonianos como si tuviesen en un acelerador de partículas y apoyados por casi una centena de argentinos que estaban en Barcelona para ver a los Stones y celebrar el 15º aniversario de los bonaerenses 40×5 Tributo Bar, único bar temático de Sudamérica dedicado a los Rolling Stones junto con el club de fans We Love You Fan Club.
Y entonces llegaron los Dirty Strangers con Alan Clayton a la cabeza, amigo íntimo de Keith Richards y Ronnie Wood, ambos participaron en el debut de los Strangers como músicos de sesión, tocando la guitarra en 1988 y en 2009 participando al piano Richards y Wood en el disco West 12 To Wittering (Another West Side Story) en el que John Sinclair, quien fuera manager de los MC5, produjo parte del disco.
Bobby Keys, el saxofonista más importante de los Stones, junto a Pierre DeBeauport, jefe del back line de los Stones y técnico de guitarras personal de Keith Richards desde 1991, desde la gira Steel Wheels tour, más Brian James (Damned) participaron en un directo Live at the Borderline, junto a los Strangers en 2013.
Este ex boxeador, portero de clubs nocturnos en Londres, y compositor, trabajó bajo las órdenes de Jim Callaghan, recordado por ser el jefe de seguridad en las giras de los Rolling Stones durante más de tres décadas, estuvo como empleado de seguridad en aquella mítica media docena de conciertos de los Stones en el Earls Court en 1976, en la que coincidió con su amigo Joe Seabrook, también era empleado de la empresa de seguridad de Callaghan antes de convertirse en el guardaespaldas personal de Keith Richards. Su relación también con Stash Klossowski De Rol, conocido como Prince Stash, aristocrático de la escena cultural londinense 60, y amigo íntimo de Brian Jones, Marianne Faithfull, Anita Pallenberg o Nico, entre otros, compartieron celda, juergas y la producción del disco debut de The Dirty Strangers en 1988. Clayton fue confidente y amigo personal de Richards a comienzos de los 80’s, en plena batalla de egos y crisis de los Stones, con Jagger y Keef a la greña.
¿Con éstos antecedentes quién no se resistiría a ver a los Dirty Strangers? Además, corría el rumor de que Keith Richards o Ronnie Wood podrían aparecer por la sala en cualquier momento aquella noche del 26 de septiembre.
Alan Clayton voz y guitarra, Cliff Wright al bajo, Scott Mulvey al piano y el batería sueco Danny Fury (The Lords of the New Church, Vain, The Dogs D’Amour o Sham 69), repasaron su repertorio de cuatro discos en Barcelona, “The Dirty Strangers”, “West 12 To Wittering (Another West Side Story)”, “Crime And A Woman” (su más reciente álbum publicado en 2015) y la recopilación“Diamonds”), y vigente por derecho propio, transportándonos a otra época, la Inglaterra de mediados de los 70 en la que convivieron el pub rock y el punk evitaba todo peaje a la nostalgia.
Pasaban los minutos y ni Ronnie y Keith hacían acto de presencia, daba igual. La ardorosa empatía juvenil de estos sexagenarios, unido a la aparición por sorpresa de Pierre DeBeauport, jefe del back line de los Stones y técnico de guitarras personal de Keith Richards a mitad de la velada y posteriormente la salida de Guy Griffin, guitarrista, cantante y compositor de The Quireboys con más de tres décadas de carrera a sus espaldas, es el único miembro de la banda que ha participado en la grabación de todos los álbumes de The Quireboys, también al escenario, subieron el volumen e intensidad el concierto de The Dirty Strangers en la sala Sidecar.
La banda superó las limitaciones del escenario y acústica de la sala, con una actitud efusiva y cómplice con el público, plagada de tópicos stonianos, riffs a lo Keef marca de la casa en su versión más expansiva y salvaje, convirtiendo la improvisación en deidad con la sombra de Richards en forma de De Beauport a un lado, y la sombra del pirata Spike en forma de Griffin, con Alan Clayon en el centro. Como se suele decir ¡¡rock’n’roll!!
Alan Clayton interpretando «Diamonds» con Pierre DeBeauport a la guitarra, Cliff Wright al bajo, Scott Mulvey al piano y varios técnicos del back line de los Stones, antes de la actuación de los Rolling Stones el 27 de septiembre en el Estadio Olímpico.
Texto por Carlos Pérez Báez y fotos por Desi Estévez.
