Los que me conocen saben que entre mis muchos defectos esta el de tener demasiada pasión por lo mío. Y con Josele Santiago, me pasa, no soy objetivo.
Aun así, he de reconocer que cuando cayó en mis manos aquel “las golondrinas etcétera”, mi recelo estaba a flor de piel, me costó poner aquel cd a funcionar. ¡Joder, era el cantante de Los Enemigos!, ¿cómo que un disco en solitario?
Con este “Transilvania” me ha sucedido exactamente lo contrario, es más, me parece su obra más completa.
Siempre ha sido muy especial su voz con esa cadencia al cantar y esas peculiares letras.
Una publicación de este Magazine, está inspirada en su “Septiembre”.
Es muy plausible que un veterano como él se rodee y trabaje con jóvenes como Raúl Fernández “Refree”, que le da su toque.
Os aconsejo y recomiendo su escucha porque es un confortable placer de audición reiterada, sus letras, matices y lecturas.
Josele nos trae un disco sin color, en blanco y negro, un disco crudo, pero a la vez delicado. Letras existenciales y apocalípticas, pero con ese regusto de poesía, humor y melancolía. Me quito el sombrero Josele.
Es todo un placer escuchar las respuestas de un maestro. Dirty Rock Magazine conversa con él.
¿Porque se llama Transilvania?
Encontré bastantes semejanzas entre el cuerpo que se te queda al leer las letras de las canciones del tirón y el paisaje que se describe en las novelas de vampiros. Esas montañas escarpadas con frondosos bosques en los que puede respirarse la presencia del mal y esos aldeanos muertos de miedo que se refugian en la superstición.
¿Tus letras tienen más surrealismo o más sentido del humor?
No sé, lo que yo persigo al escribir son imágenes potentes. A veces construyo un relato con ellas o también puede que las deje ahí, simplemente sugiriendo. Me gusta excitar la imaginación del que escucha las canciones, remover algo en su interior. Es lo que yo busco cuando escucho música. Al escribir no pienso en estilos, o mejor dicho no me centro en ninguno de ellos. Sólo busco un punto de partida interesante, y a partir de ahí me pongo a currar. Algunas veces doy con imágenes cachondas, y supongo que algunas pueden calificarse de surrealistas o quizá esperpénticas, lo que no quita para que también me guste trabajar sobre el costumbrismo más crudo.
¿Se escapa o se queda con el guardia civil?
Bueno, para mí la última estrofa es bastante explícita, pero cada uno que se construya su propio final como más le guste. La libre lectura es una de las razones por las que me fascina el formato de canción.
Los artistas tenemos muchísimas dificultades a la hora de mostrar nuestro trabajo. Y vivir de él es poco menos que un milagro.
¿Todavía se puede luchar por la libertad y contra la tecnocracia?
Pues hay que ser una especie de súper hombre. Tener una salud de hierro y ser muy, pero que muy apañao. Es muy difícil escapar. Que se lo pregunten al preso de “Un Guardia Civil” si no.
Tienes una opinión sobre lo que acontece en Catalunya
Ante todo creo que se debe fomentar el respeto y evitar las salidas de tono, porque es un momento muy delicado y tenemos que estar a la altura. Discrepo abiertamente de los métodos y las maneras con las que se ha conducido el independentismo durante el procés, aunque reconozco que han sido extremadamente creativos e ingeniosos. Pero ahora mismo lo que más me preocupa es la respuesta troglodítica que se ha marcado el gobierno español. Si consentimos ese autoritarismo sin rechistar estamos listos todos. Catalanes y no catalanes. Mira, ya han intervenido las cuentas del ayuntamiento de Madrid. No podemos quedarnos quietos. Por desgracia los españoles sabemos bien a donde conducen estas medidas.
¿Y culturalmente en nuestro país?
La cultura en nuestro país es un asunto molesto para las instituciones. Un gasto innecesario, un capricho de unos pocos, un grano en el culo que hay que tratarse cuando se irrita demasiado. Los artistas tenemos muchísimas dificultades a la hora de mostrar nuestro trabajo. Y vivir de él es poco menos que un milagro. Hay que hacer verdaderas piruetas y tener abiertos todos los frentes posibles las 24 horas del día.
Pienso que Transilvania es tu mejor disco en solitario, sonido y letras, ¿Tiene algo que ver Refree en ello?
Claro que sí. Ha conseguido una profundidad y una cercanía en el sonido acojonantes. Su aportación es también notable en los arreglos de las canciones, que hemos trabajado entre los dos. Me gusta entrar en el estudio con las canciones terminadas, pero siempre estoy dispuesto a escuchar las ideas del productor y de los músicos. Me encanta que me sorprendan. Mi prioridad es que las canciones se enriquezcan en la grabación. Que salgan ganando del estudio.
“…Un paso atrás en la evolución, grandísima equivocación,
Sois porquería, desolación, mentira y depravación.
Maldigo vuestra podrida nación, sois una puta infección
Os mataría sin excepción…” (Letra de «Angel»)
“Angel” me parece sublime ¿involucionamos?
La especie humana se comporta, desde la revolución industrial, como un virus respecto al planeta en el que habita. Un virus cada día más voraz y destructivo. Hay que exterminarnos pero ya.
¿Existe Dios?
No creo que exista, aunque a veces lo maldiga.
Al igual que Fernando Alfaro, ¿compones tú solo con la guitarra acústica?
Sí, básicamente. Aunque también lo hago con la eléctrica. Alguna vez he dado con algo que ha acabado siendo una canción. El primer paso obedece a un impulso puramente lúdico. El verdadero trabajo viene después, y consiste en darle forma a la canción y dotarla de un discurso interesante.
¿Va a ver continuación de Los enemigos?
Claro, ya estamos pensando en volver al estudio y de hecho seguimos en la carretera.
¿Como te encuentras de salud?
Mejor, muchas gracias. Ha sido un año complicado este 2017, pero parece que me voy recuperando bien.
¿Qué opinarías si surge una banda tributo de Los Enemigos y sale de gira como tal?
Bueno, no me haría mucha gracia, aunque como autor de casi todas las canciones que hemos grabado a lo mejor hasta me venía bien. De todas formas no creo que eso suceda mientras tengamos a los originales en modo de contratación abierta.
5 películas imprescindibles…
Sólo 5 es muy difícil, pero voy a intentarlo: “Dersu Uzala” (Kurosawa), “El Emperador Del Norte” (Aldrich), “El Silencio Del Mar” (Melville), “La Delgada Línea Roja” (Malick) y “Adiós Muchachos” (Malle).
El negocio de la música obedece a unas leyes que, después de treinta años, todavía no he conseguido ni medio entender.
Un lugar donde perderse
Teruel, por ejemplo.
¿Tiene el mundo de la música muchas contradicciones?
El negocio de la música obedece a unas leyes que, después de treinta años, todavía no he conseguido ni medio entender.
¿Qué opinas de esa gente que paga una entrada y se pasa todo el concierto charlando con los compis incluso de espaldas al escenario?
No sé, tampoco lo entiendo. Puede que no follen lo suficiente…
¿Cómo ha cambiado la música 25 años después?
Cambia constantemente, como todos los mundos. Cuando empecé en esto no había CDs, así que imagínate. Los más llamativo y preocupante creo que es el hecho de que las salas hayan empezado a cobrar a los artistas por actuar. Incluso a los noveles. Eso sí que puede ser la puntilla que acabe con la música en directo tal y como la conocemos.
¿Qué es eso del Reggaeton?
No lo tengo muy claro, la verdad. He escuchado muy poco y siempre de pasada. Tengo que investigar un poco a ver. El rap al final me acabó gustando, así que nunca se sabe…
¿El último libro que te cautivo?
“Las Palmeras Salvajes”, de William Faulkner. Estoy deseando que pase un tiempo para releerlo. Una genialidad se mire por donde se mire. Leerlo ha sido una experiencia brutal para mí. Actualmente Francisco Casavella me está volviendo a hechizar con “Un Enano Español Se Suicida En Las Vegas”. Ya lo hizo con “El día Del Watusi”, “Lo que Sé de Los Vampiros” y “El Triunfo”. Qué lástima que muriese tan joven, perdimos sin duda a uno de los grandes. Y estoy deseando hincarle el diente a “Taxi”, la última novela de Carlos Zanón.
