Sharon Van Etten publicó este mes de noviembre la reedición de su disco debut «Because I Was in Love«. La compositora cínica y oscuro, en el sus canciones basculan entre el dolor y la marihuana, la cantante de Nueva Jersey expuso en su debut ese proceso compositivo de sus líneas atormentadas.
Sharon Van Etten, de entre las muchas cantantes de una generación de cantantes sobresalientes. Ella sobresale con una gracia oscura. De voz afinada pero quebrada exporta sensaciones todo el tiempo, como si cantar no fuera tanto repetir unas oraciones creativas como meter sensaciones dentro al oyente.Su voz seduce sutilmente, de improviso y a los pocos minutos de oírla se acomoda entre nosotros como un guante que calza perfecto en una mano.
Cuando Van Etten empezó a escribir canciones estaba en Murfreesboro, Tennessee, la única ciudad con una universidad donde estudiar sonido y grabación. Su novio de esa época, algo complicado con las drogas no aprobaba sus aspiraciones artísticas. Sólo las noches en que el tipo desaparecía, Van Etten se animaba a subirse al escenario de esos bares con noches de micrófono abierto a probar sus canciones ante un público entre hostil y curioso, siempre íntimo. Hoy, algo de esa intimidad persiste en sus canciones. Esas primeras experiencias a escondidas, de seguro, delinearon su forma de hacer música.
Instalada hoy en Brooklyn, es una artista que, aunque está en un momento glorioso, mantiene vivo el espíritu de intimidad de su primeras presentaciones. Desde su primer disco de guitarras y voz apagadas, sus canciones siguen siendo una versión personalísima del mundo, una liturgia secreta en la que comparte con nosotros las formas que encontró para transitar esa ruta oscura llena de dolor y duda por la que nos conduce el amor.
Siempre hay dolor genuino en las letras de Sharon Van Etten, pero también hay una luz e ironía, perfumados con humo de marihuana, que pretenden alejarla de la imagen de chica sufrida y atormentada que solía tener.
Escucha «Because I Was in Love»