Pocos artistas se pueden encontrar, a día de hoy, que sean capaces de desafiarse constantemente e indagar por nuevos caminos, saliendo de su zona de confort de la misma manera que lo hace Enrique Bunbury.
El pasado martes llegaba el artista a la sala Razzmatazz de Barcelona, acompañado de su banda Los Santos Inocentes para presentar, en la primera de dos noches en la Ciudad Condal, su nuevo trabajo ‘Expectativas’, un álbum que refleja su instinto innovador y su carácter introspectivo, pero también una intensa reflexión social y política, sin imponerse ninguna autocensura.
Todo ello sumergido en un sonido contundente, con matices oscuros en ciertos momentos, que dota a este álbum de una atmósfera de desesperanza única.
‘La Ceremonia de la Confusión’ fue la encargada de dar comienzo a la noche, con una sobresaliente línea de saxo, tema que también abre su nuevo trabajo, con un discurso acerca del control ejercido por parte de aquellos que tienen el poder. La siguieron ‘La actitud correcta’, tras la cual Bunbury dejó claro a su audiencia que no se iba a limitar a hacer una simple presentación de sus nuevos temas, sino que iba a ser un recorrido por toda su extensa y variada carrera.
Tras ella, ‘Cuna de Caín’, uno de esos temas enérgicos, acompañado de la ya conocida majestuosa puesta en escena del artista, junto a una letra dramática, reflejo innegable de nuestra sociedad y los conflictos tan presentes que la envuelven.
Casi sin descanso entre temas, los mensajes políticos continuaron con temas como ‘Parecemos Tontos’ o ‘En Bandeja de Plata’, donde la disconformidad y la reivindicación son protagonistas.
Pero no todo fueron temas políticos, y llegó la hora de “destapar la caja de pandora y rescatar algunos de los tesoros perdidos” con joyas como ‘Tesoro’, ‘Héroe de Leyenda’, ‘Mar Adentro’ o ‘Maldito Duende’, con un público entregado en cuerpo y alma.
Las múltiples facetas de su carrera también quedaron retratadas en temas como ‘Que tengas suertecita’ o ‘El extranjero’, además de temas del calibre de ‘Lady Blue’ o ‘Mi Constante’, mezclando letras intimistas y atmósferas acústicas, obra de un artista que siempre ha sido fiel a su inquietud creativa, desafiándose constantemente, experimentando con diferentes sonidos que abarcan desde las rancheras hasta el blues, pasando por el cabaret o la música árabe.
Tal y como explicaba el artista el pasado martes, “Cuando uno sale a hablar con la prensa, va a hablar de su disco. Desgraciadamente, cada vez es más difícil hablar de música…”. Afortunadamente, artistas del calibre de Bunbury son capaces de darnos una lección magistral de música en cada concierto.
Texto por Belén Mena y fotos por Desi Estévez.
