Serie Lutieres del blues-rock: Miguel Ángel Luthier.
Una nueva generación de lutieres se abre paso en este oficio que suma varios siglos de antigüedad. Antonio Stradivari quedó entronizado como el genio de la fabricación de instrumentos a comienzos del siglo XVIII, pero desde que llegó el rock para quedarse la profesión vive un auge callado y constante. Dirty Rock entrevista a varios lutieres que explican los entresijos de su oficio.
El arte de convertir lo viejo en antiguo
Miguel Ángel Luthier (nombre artístico que emplea desde 1994) lleva tres décadas dedicado al oficio. Este madrileño de 57 años ha entregado parte de su vida al deporte, pero la pasión a la que se ha entregado por completo es la música.
Localiza el origen de su vocación en el “deseo de saber el porqué de las cosas, el origen de todo lo que se cruza en mi camino”. Su primer maestro fue Luis Arostegui Granados, un histórico lutier cuyo taller se encontraba en la Plaza de Chueca (Madrid). Este hombre, al contrario que otros muchos, no tenía reparos en compartir sus conocimientos, algo infrecuente. “Suele haber temor entre los lutieres a que te quiten el trabajo. A veces daban información confusa o confundida. No es fácil aprender el oficio, no hay un sitio al que tú vayas. Aprendí también con Evelio Domínguez, que es un constructor de guitarras cubano, pero tenía más reparos. En Cuba sí hubo un centro de formación en los años sesenta y creo que se sigue manteniendo. Me contaba algunas cosillas, pero otras no. Me decía cómprate guitarras viejas, que rompiendo guitarras es como se aprende´. Ambos sabían que cada uno tiene que desarrollar su propio sistema, porque hay mil formas de abordar un instrumento”.
“Mi posición es como las tiendas de mascotas. Sublimando el concepto, hay un montón de guitarras chinas que nos están invadiendo. Son todas iguales. Pero, a los que les gusta la música, por qué no adoptan una guitarra, construida con cariño, eligiendo bien los materiales, donde hubo un lutier que quedó orgulloso del resultado y ahora se está pudriendo en un armario. ¿Porque tiene una rajita? Pues se arregla la rajita. Es que consumir recursos de manera absurda, gastar dinero en guitarras cuando hay lo que hay… La gente apenas sabe cómo suena una guitarra de verdad. Vas a la tienda y suenan todas igual. No hay comparación posible con las de verdad. Haz la prueba”.
“Son guitarras que están huérfanas, que están con una historia encima, abandonadas, perdidas, sin nadie que las valore porque no hay un tío que las restaure y las ponga en buen estado. Convertir una guitarra vieja en una guitarra antigua es un proceso complicado”.
“Por ejemplo, las guitarras Harmony traen muy buenos materiales, pero tenían un problema de construcción. Hay que hacerles un neck reset porque se mueve. Eso ya entraña unos gastos. Son guitarras además que viajan desde Estados Unidos, pagan un porte más un bocado grande que se lleva aduanas. Ya por eso son caras. Reviso que la guitarra tenga las costillas (el armazón interior de la guitarra) bien. Todo debe estar perfectamente pegado por dentro. Luego el diapasón, hay que eliminar los trastes, redondearlos, pulirlos, octavarla (los puentes de las guitarras se mueven) y es importante que el puente esté en su sitio exacto. Si coges una guitarra que te desafina, que te da problemas, no es lo mismo. Y luego hay una parte de morbo en la cual creemos que poseemos a las guitarras, y eso no es cierto. Somos un accidente en la vida de las guitarras. ¿Cómo que mi guitarra? Ella ya ha tenido su vida, ha tenido muchos dueños que han pasado, están vivos o muertos, tú vivirás más o menos, pero la guitarra seguirá. La tendrán tus hijos y en realidad las personas sólo somos un transporte”.
“La guitarra y la música no gozan de gran consideración en España. Casi equivale a la tuna y las fiestas flamencas. Por ejemplo, los estudios en el conservatorio son diez años para obtener la carrera de guitarra. La medicina supone algo más de la mitad; no es por despreciar, pero es que no se valora el esfuerzo musical. No sé cuánto practica un médico, pero un guitarrista practica ocho horas al día… Socialmente no está reconocida la música. Sólo se piensa en la guitarra española, pero la mayoría de los jóvenes no quieren tocar como Paco de Lucía, sino como los Beatles o los Rolling o Zappa. Tengo alertas, contactos, tiendas hermanadas en puntos estratégicos de todo el mundo”.
“Tengo unas cien guitarras. Yo conozco los modelos que me interesan, por precio y calidad, y son los que traigo”.
¿Cuál es la reina de las guitarras? “La Harmony, sin duda, el mayor constructor de guitarras del mundo. Y en concreto la 162, una guitarra que en España se ha vendido mucho. Harmony construye para un montón de marcas, como Stella. Utilizan muy buenos materiales y tienen mucho empaque. Se han grabado muchos discos de blues, de R&Blues y de country y de folk con ellas. Cuando tocas una guitarra Harmony te suena una campana en la cabeza. No es algo que se pueda racionalizar, pero tienes esa sensación. A todas las tengo cariño, las arreglo todas como si fueran para mí y me cuesta mucho desprenderme de ellas. Pero tienen que irse unas para que vengan otras. Es parecido a una adopción. Se han grabado muchos discos con guitarras que han salido de aquí. Muchos músicos muy relevantes, pero prefiero no decir nombres”.
“Hay todo tipo de guitarras como drino (para country) o jumbo. Unas separan las notas, otras empastan y pierden precisión. Y luego están las archtop (con una distintiva forma curva en su tapa), que son poderosas, suenan más. Son armas. Muy potentes. Se tocaban en directo junto a pianos, trompetas, trombones o saxofones y se oía perfectamente. Están hechas para eso. Cada nota suena muy clara, muy separada, por eso les gusta tanto a los que se dedican al jazz. Suenan más brillantes
¿Y cúal es la tuya? “Una Hofner de doce cuerdas. Tengo una Gibson también de doce cuerdas. Antes era Gibson o Fender, una era Les Paul y la otra una Stratocaster. Y no se planteaba nada más. Hay que abrir el foco. Utilizo las herramientas de un lutier profesional, intentando emplear las eléctricas lo menos posible. ¿Para qué construir, con tantas guitarras que hay abandonadas? La guitarra es un instrumento moderno que aún sigue evolucionando”.
Una de las guitarras puestas en marcha por Miguel Ángel Luthier. Hofner de 1980. Tapa de pino, aros y fondo de arce rizado. Lleva instalada una pastilla en boca para sonido acústico con tono y volumen.
Texto por Miguel López y fotos por Ana Hortelano.