ERIC GALES se va forjando como leyenda de la guitarra. Habiéndolo visto no hacía mucho y siendo que presentaba el mismo disco uno podía tener el temor de si el concierto iba a tener los mismos rasgos que el anterior. Por suerte esto no sucedió o no fue muy evidente. GALES, también es zurdo. Por ello comparado insistentemente con Jimi Hendrix desde que comenzara en el mundo de la música hace casi tres décadas. E igual que Jimi factura en directo un blues de alto voltaje salpicado de agresivo hard rock, metal y psicodelia.
ERIC es un remarcable guitarrista y jugando con esa versatilidad y la capacidad de sus compañeros el concierto transcurrió por unos caminos mejores que la edición pasada. Capaz de transportar entre de la tristeza a la alegría en dos cambios de compases y todo emanando pasión por lo que hace, por el blues rock y las 6 cuerdas de su magneto.
Dicho esto, cabe destacar la falta de continuidad en intensidad en sus conciertos. Ha decir que menos hablador y más actuador que la vez pasada, sigue adoleciendo de no engarzar temas. No termina de subir de grado la fuerza de su interpretación con pausas, solos de bajo y batería y monólogos de su accidentada vida.
El genio ERIC GALES apareció a corazón abierto.
Sobre la hora marcada, el guitarrista saltó al escenario y fue recibido como lo que es, un guitarrista querido y admirado. Buena cuenta de ellos los aplausos y vítores que iba recibiendo por parte del público cuando sonaban temas como “Vodoo Chile” , “Boogie Man” o la que cerró la velada “Little Wing”.
A destacar también del setlist es la versión feroz del «Baby, please don’t leave me» antes de que ERIC abandonase el escenario. Turno para sus compañeros bajista y baterista para realizar una larga hazaña prog-jazz en solitario.
A partir de este momento e incrementando energía, ERIC deja a la audiencia una vez más en un sentido de asombro por su entusiasmo desenfrenado y su habilidad vertiginosa. Es un artista épico que deja a la multitud genuinamente inspirada. Y es que hasta mitos como Carlos Santana lo han considerado «absolutamente increíble» . También otros referentes de la música americana como Dave Navarro han dicho de él que «es un misterio total que GALES no sea el nombre más grande en la guitarra de rock». Lo que sirve como ejemplo del respeto que le profesan sus compañeros.
ERIC GALES es un artista notable, que para los menos veteranos que añoran conciertos de grandes nombres como Ray Vaughan, se erige como un digno sucesor en cuanto a talento se refiere. Su interpretación se impregna de sentimientos irradiados desde el escenario junto a una exhibición de virtuosismo de forma libre a costa del corazón que guía su música.
( Fotos y texto : Miquel Raga )