Siendo “The Logical Song” uno de los temas más conocidos de Supertramp es obvio que más de una banda tributo utilice su título para bautizarse. Mientras que en España tenemos a los Logical Group, desde el Reino Unido acaban de visitarnos los Logicaltramp. Su reciente concierto en el Palau de la Música Catalana el pasado 28 de marzo casi reprodujo el célebre recital que Rick Davies, Roger Hodgson y compañía ofrecieron en 1979 y que se materializó en su conocido doble álbum en directo. Estando el primero luchando contra el cáncer y el segundo girando por su cuenta, la ya difícil posibilidad de que hicieran las paces y de verlos juntos sobre un escenario es prácticamente una utopía.
Por esa razón, los seguidores de los artífices de “Even In The Quietest Moment” (1977) llenaron el hermoso edificio modernista de Lluís Domènech i Muntaner. El deseo era revivir lo imposible cerrando los ojos y creyendo que allí estaba aquella formación que arrasó en los setenta mediante una ingeniosa mezcla de Rock progresivo y Pop de toda la vida. En ese aspecto, el joven búlgaro Tomás Csemez bordó la voz de Hodgson desde la primera nota hasta su característico falsete. Especialmente emotivo en “Take The Long Way Home”, “Hide In Your Shell” y “Fool’s Overture”, donde el saxofonista Laurent Hunziker, fundador del combo, demostró el porqué cuenta con la admiración del mismísimo John Helliwell. Sublime.
Otro tanto se puede decir de Gary Hopkins, que interpretó el papel de Davies encargándose también de uno de los teclados. Tremendo en la enérgica “Bloody Well Right” y “Rudy”, dos ejemplos de la vertiente más rítmica del legado de Supertramp y que permitieron lucirse al guitarrista Anthony Clayton y al segundo teclista, Serge Sainte Rose. Si hubiera que resumir en una sola palabra la contribución de todos y cada uno de los músicos, el adjetivo más preciso sería impecable.
En resumidas cuentas –y con una perfecta base rítmica formada por el bajista Alex Kundig y un preciso Adam Aggiss a la batería-, asistimos a un nostálgico viaje en el tiempo que alimentó la actual polémica sobre la pertinencia o no de esta clase de formaciones. De lo que no hay duda es que los fans disfrutaron de lo lindo. Personalmente, hubiera deseado cambios en el guión -¿por qué no algún tema de los años en los que Roger ya no estaba en el grupo?- o arreglos distintos a los cortes originales. En dos palabras, versiones diferentes, más rompedoras y no perfectas reproducciones. De todas formas, aparquemos el debate para un mejor momento, hagamos un mutis por el foro y concluyamos que estas canciones se escribieron para ser eternas. Pura lógica.
Fotos por Enric Minguillón.
