Echamos la vista atrás para recuperar el paso de la colosal banda británica Danny & The Champions of the World que visitaron la madrileña sala El Sol para el goce de los que allí estuvimos.
Danny George Wilson, su solvente líder, es un tipo entrañable que saluda al público en castellano. Hasta «croquetas» sabe decir. ¿Por qué será?. Esa conexión con la audiencia se hace notar enseguida y no está únicamente respaldada por su simpatía. Danny tiene una banda de primera línea que respira una mezcla de tradición sajona y melodías folk americanas. Nos llevan a paisajes rock y soul por igual y tan pronto sus temas suenan a Bowie como a Ryan Adams meloso o a la Irlanda más profunda. Muy cercano a otro contemporáneo suyo que adoramos, el gran Nathaniel Rateliff. Emparentado musicalmente con otros grandes nombres como Richmond Fontaine, Chuck Prophet, Joe Henry, Willie Nile o el mismísimo Grant-Lee Phillips, del que esta misma semana disfrutaremos en la capital.
En ciertas ocasiones del concierto nos sentimos dentro de un pub londinense viendo a una banda local con la fuerza y espíritu del que empieza. Nada más lejos de la realidad, porque Danny lleva sobre los escenarios desde 2007 y en ese tiempo ha publicado siete trabajos distintos entre largos y EPs.
Danny y su banda vienen a presentar su último disco, una monumental obra llamada «Brilliant Light» que brilla tanto como ellos con temas tan imprescindibles como el «Waiting For The Right Time» con el que abre el álbum, el «Swift Street» que no tocaron y que por momentos nos recuerda hasta a Roger Waters. O ese «Never In The Moment» que nos suena a gloria bendita.
De su maravilloso álbum «What Kind Of Love» nos deja «Clear Water» y para la nostalgia queda la versión de «Firefly», tema que el australiano compuso para su anterior banda Grand Drive, la cual lideraba junto a su hermano Daniel. Ambos dejaron su Australia natal para crecer en Sutton, al suroeste de un Londres que parece les ha bendecido con su barita divina para crear música de calidad.
Otra maravillosa noche en el Sol acompañados de los amantes del género y con una banda que a base de guitarras, bajo, pedal steel y batería nos hizo volver a casa con esa sonrisa en la boca que tanto agradecemos. Salud!
Texto: Javier Naranjo
Fotos y vídeo: Ana Hortelano