«Tranquility Base Hotel&Casino» se llama este nuevo disco.
Cuesta mucho criticar a alguien que te gusta mucho. Y a mí Arctic Monkeys me gustan mucho.
Los descubrí (de verdad) en el Fib 2007, cuatro pibitos salieron al escenario principal de Benicassim y sin mediar palabra fueron un torbellino de guitarras gozoso y atronador, ¡Qué puta maravilla!
Todos sus discos me han gustado, con la presentación en Streaming en directo de “Humbung” en el 2009, un hecho que a parte de innovador, fue terriblemente emocionante, me volvieron a ganar.
Pero la vida pasa, todos maduramos, no se puede hacer siempre lo mismo, y es aplaudible huir de la zona de confort. Pero claro no puedo dejar de desilusionarme.
Escuche su disco se escucha bien, la primera vez en Spotify, fácil sin problemas pero al acabar este reproductor salta a “Teddy Picker” que quieren que les diga…
La segunda escucha fue en vinilo, hay un par de temas cojonudos, el disco está bien, pero cuando acuda a mi estantería ávido de Arctic cuantas veces más cogeré este “Tranquility Base Hotel&Casino” y me temo que su compra es más un acto de coleccionismo que de uso.
Lo mejor son sin duda las letras.
Había escuchado que incluía piano pero no que excluía guitarras. Pues nada un disco como este, solo lo desatascan las siguientes escuchas, la perspectiva con el paso del tiempo, o su directo.
Pero la primera desilusión es evidente. Y su histriónico estilismo me confunde.
En “Star Treatment” hay frases que me llaman la atención:
“Solo quería ser uno de los Strokes” un bonito guiño.
“¿Cómo dices que nunca has visto Blade Runner?”
“Oh, quizás fui un poco salvaje en los setenta
De vuelta en la tierra con un brillo de cantante de salón
Bajando por el ascensor a mi residencia simulada
Desde la habitación nupcial
Dos shows en un día, cuatro noches a la semana
Dinero fácil” ¿Declaración de intenciones?
En “One Point Perspective”
“Bailando en calzoncillos
Voy a candidatarme al gobierno
Voy a montar un grupo de covers y todo
Ahí atrás al lado del baby grand*
¿Dijo Mr. Winter Wonderland*
«Ven aquí chaval, tenemos que hablar»?
Entiéndeme tío
He perdido el hilo del pensamiento”
Lo escucho y pienso querido Turner no tenías ya The Last Shadow Puppets para hacer este tipo de cosas, está claro quién manda en Arctic Monkeys.
Paisajes apocalípticos, ciencia ficción y mucha reflexión.
Gran madurez lirica pero perdemos esa chispa de acción.
“¿Celebras tu lado oscuro?
¿Entonces desearía que nunca hubieras salido de la casa?
¿Alguna vez has pasado una generación tratando de resolver eso?”
Dice la canción que da titula al Lp.
Me gusta especialmente la canción que cierra el disco “The Ultracheese” esta lograda y conseguida la melodía y se acerca al mejor Lennon:
“Todavía tengo fotos de amigos en la pared
Podría parecer que estoy sumido en mis pensamientos
Pero la verdad es que probablemente no lo sea si alguna vez fui”
“For out of five” me remite ineludiblemente a Bowie, pero David Bowie solo hay uno, señor Turner, aunque Arctic Monkeys también es inconfundible o lo era.
Es como ir a un chigre a comer comida grasienta y te sirven una delicatesen que no está mal, pero tu venias hoy a hartarte y llevabas tiempo esperándolo.
Atrás quedo el «it’s only rock and roll but I like it», en definitiva un disco difícil.
Al vocalista la ha salido el aura de poeta, pero esta vez sin guitarra, al piano. Espero no nos satures de piano.
Estaré en el próximo Mad Cool y allí se dictará sentencia.
Postdata: Alex Turner no eres ni Nick Cave ni David Bowie, por favor no te cargues Arctic Monkeys que sois muy grandes.