Noche de canciones en el Intruso. Dos bandas que hacen de la artesanía compositiva su principal objetivo vital cerraban en Madrid la gira que han compartido por tierras españolas con gran éxito. Muestra de ello fue el sold out total que presentaba la sala madrileña.
Salto, la formación capitaneada por Germán, es un grupo más que conocido en las salas capitalinas. Suenan cada vez más conjuntados y abrieron la noche con una demostración de todas sus virtudes, esas que les han llevado a ser uno de los nombres más queridos por la afición. Con un repertorio equilibrado, presencia de sus dos discos más el acercamiento al enorme Down by the river de Neil Young, consiguieron momentos de gran belleza sonora.
Se antoja complicado seleccionar los momentos más destacados de un recital que abrieron con Everything y cerraron con Girl, uno de los clásicos que dejó su disco de debut. Momentos eléctricos se combinaban con paisajes de hermosa introspección, recorriendo la paleta de colores que tan bien sabe interpretar este grupo. Han crecido escuchando los mismos discos que nosotros y, por eso, los queremos tantos. Son la banda que nos hubiera gustado formar a nosotros.
Desde antes de comenzar, los de Gospelbeach ya demostraron ser unos tipos excéntricos como ellos solos. El batería (ex Mooney Suzuki) haciendo ejercicios de concentración, Brent Rademaker coreando con el público las canciones que amenizaban la espera,… Una vez todo listo, salieron a comerse el escenario desde el primer minuto. Sunshine walkaway es la encargada de abrir el concierto, con esa melodía que podrían haber firmado perfectamente Poco o los primeros Eagles. Una historia de superación que encaja perfectamente con el espíritu de la banda.
Hanging on nos lleva a recordar esa joya maravillosa que es Another summer of love y el concierto despega definitivamente hasta el infinito. Out of my mind (on Cope and Reed) nos da un poco de respiro, recordando ligeramente a esa maravillosa banda que fue Beachwood Sparks, fuera de tiempo y lugar, pero dejando una huella imborrable en algunos de nosotros. Por primera vez suena la palabra California, sin duda la que más se repite en los versos de estos inclasificables folk-sunshine pop- country rockers.
Strange Days es una canción muy Tom Petty, del que recuerdan un fragmento del inolvidable Breakdown. No es nada fácil dominar el arte de la melodía rock perfecta, pero sin duda estamos ante uno de esos casos privilegiados. Y, para escucharlo, necesitamos un poco de silencio. Porque sí, también en este concierto hubo el momento ya clásico en el que el artista se muestra desesperado por el parloteo constante del público asistente al show. Kathleen, dedicada a su esposa, es presentada como una canción de amor. Llena de groove nos recuerda a lo mejor del rock setentero, ¿acaso no sobrevuelan por ahí ecos de la ELO?, constituye uno de los momentos más álgidos, con ese crescendo final absolutamente irresistible.
Seguimos con el repaso al último trabajo con el tema que lo abre. In the desert, folk rock de alto nivel, un estilo en el que la banda se desenvuelve con una destreza impecable y California Fantasy, vuelve a homenajear a esa tierra de la que un día se exilió Brent, cansado de la industria musical. You´re already home vuelve a incidir en ese estilo marcado por una geografía y un tiempo muy concretos, pero que décadas después sigue mostrándose irresistible como ninguno. La deuda que tiene la música popular con Roger McGuinn es inmensa.
Poco a poco el concierto va llegando a su fin, con ese heterodoxo tema punk en el que homenajean a los Clash, Mick Jones. Según palabras de la banda, su versión de Safe European Home desde un punto de vista californiano. Tras cerrar el concierto con una gran ovación por parte del público, la banda llama a Germán Salto para que les acompañe en el tema final: Come Down. Introducido con dedicatoria para el tristemente desaparecido Josh Schwartz, es un tema con estructura de jam, con cierto aire a los Doors, que aprovechan para dejar caer homenajes a monstruos de la música americana como Wilson Picket, Johnny Cash o Neil Young.
En resumen, uno de los conciertos del año en la capital, de la mano de una banda que vuela alto y defiende sus melodías de manera magistral. liderados por un líder carismático, con un saber estar encima del escenario muy por encima de la media. Rock del que ya no se hace, lo que hace que lo valoremos tanto. Que vuelvan pronto.
Videos y fotos: Ana Hortelano
