Un año más con el fin del mes de Agosto llega el Summer End a la localidad de Simancas, un festival que después de nueve ediciones (con esta) se ha convertido en una cita ya ineludible en el calendario musical de la provincia. Desde las cinco de la tarde y hasta altas horas de la madrugada, desfilaron sobre los tres escenarios un buen número de bandas, tanto locales como llegadas desde otras localidades. Los grandes triunfadores de la jornada fueron este cuarteto….que revolvió las conciencias y, a más de uno, seguro que les produjo un buen sarpullido. Unos días antes ya andaban con los nervios a flor de piel…no en vano la fecha elegido era especial tanto en el terreno musical como en el político: «Nuestra historia con el festival es la de un amor a primera vista: Cupido puso las flechas y nosotros… el yugo», y es que esta fecha es «una jornada de exaltación musical a orillas del Pisuerga; una fecha marcada en rojo y gualdo en su calendario», señalan denostando la importancia del evento.
Como buenos patriotas, además, no lo hacen solo por el dinero….también les mueve esa paella que la organización prepara para los participantes en el festival, y es que como una vez más señalan «La paella del Summer es como la España plural esa que pretenden los perroflautas: Pollo, calamar o guisante… Yo solo veo españoles»; aunque como gente humilde y sencilla que son siempre se quedan con un simple bocadillo: «además estará rica, pero yo no la disfruto tanto como el bocata que nos comemos cada año en el Valle de los Caídos».
Aunque la organización afirme lo contrario su presencia, al final se la tenemos que agradecer a diferentes asociaciones que fletaron los autobuses para un digno desplazamiento: «esos jóvenes patriotas ya están camino de Simancas a bordo de uno de los autobuses fletados por las asociaciones próvida de toda España. Desde que descubrieran a Flácida Dominga hace un par de ediciones, no se pierden una sola cita con el Summer End», llegaron a afirmar. En posteriores declaraciones el conductor del autobús, un joven inmigrante sin papeles pero que no pierde la ilusión de que, en algún momento, le den de alta en la Seguridad Social, Cuauhtémoc Chimalpopoca (ese es su nombre), llega a afirmar: «…son buenos chavales, gente sana». Muchas horas de carretera hasta su destino, pero que no parecen pesar cuando, como ellos, se tiene una misión divina que cumplir…un viaje amenizado con bonitos himnos grabados a fuego en los cerebros de un pueblo que agacha la cabeza pero no olvida; «Con la mano levantá» o «Un pasito Falange, María», sonaron sin duda, pero para gente como ellos, de mentes abiertas y corazones limpios sin duda lo que les motiva y les llena de vitalidad son temas que en esta «época estival, sinónimo de frescura y ritmo. si tuviera que quedarme con una sola canción del verano, elegiría sin dudarlo «Sopa de cara al sol». No sé, tiene mensaje», recalcan. Y como no podía ser de otra manera, antes de emprender marcha dan un consejo a esta España errática y sin rumbo: «¡Que el fin del verano os pille escuchando a Queipo de Llano!».
La decisión política sobre la exhumación de Franco fue el hilo conductor del espectáculo, «Españoles, estamos de vuelta», saludó al público brazo en alto. «No estaba muerto, estaba de parranda», bromeaba Franco al resucitar; comento ante un publico «ni de derechas ni de izquierdas, solo españoles» , y aprovecho para iniciar un crowdfunding, como preludio para afrontar una ristra de querellas de la Fundación Francisco Franco. Un personal caralsolke proyectaba sobre el escenario las letras de las canciones para que el pueblo las siguiera; grandes temas como «Mr. Facha en Fachadolid», «Paquito ya no es hetero», o «Fosas maravillosas» sonaron ante el delirio y el éxtasis de todos esos buenos españoles que abarrotaba la Plaza Mayor de Simancas. Un último deseo sonó sobre ese, por una vez, ilustre escenario: «que tras la exhumación sea enterrado en El Pichón, la urbanización que acogió inicialmente al Summer End» y eso, a buen seguro, que al antiguo regidor de la ciudad le haría bastante ilusión. Acabando el concierto llamo un meloso Franco a su delfín: «Ven, Carrero, y déjate volar a un mundo ideal», le susurro «un mundo en el que tú y yo podamos decidir matar a mil sin nadie que lo impida», añadió.
Flácida Dominga dio un concierto lleno de imaginación, talento y ……(poner a gusto del lector); en esta novena edición del festival que marca el final del verano. Jorge Onecha junto a los integrantes del trio Stómboli demostraron que la música es libertad, desenfado y querer pasarlo bien…y que, nunca, se puede poner limites a la imaginación y a la creatividad. Eugenia Victoria de Wattenberg-Falcó, una de las organizadoras de la expedición, sin duda acabo satisfecha.
Al final sonaron los aplausos, los gritos y todos acabamos con la sensación de haber asistido a un momento importante en la historia de este País llamado España, que recordaremos por muchos años y que gracias a los cronistas del Nodo y la prensa oficial, las futuras Nuevas Generaciones podrán vivirlo como si, ellos mismos hubieran sido parte presente en este gran día.
Flácida Dominga actuó el pasado día 25 de Agosto dentro de la programación del Summer End Festival que se celebro en la Plaza Mayor de Simancas (Valladolid).
Texto y fotos por Chusmi10.