Champanier acaba de presentar nueva canción «Cayó un rayo». Canción que se une a otras publicadas desde su último trabajo hace seis años como «Blues del amanecer», «Fuera de la ley» y algunas versiones de clásicos de Charly García, Lou Reed o Sinatra. El bonaerense, autor de tres discos en solitario “Tiempo y Distancia” (2012), “Buenas Intenciones” (2008) y “El club del Aguante” (2004), se instruyó formó piano y la guitarra desde muy joven, en el que su bagaje musical abarca más de dos décadas, comenzando en Argentina con la banda Impasse como cantante y teclista y posteriormente formando su propia banda, Perros de Burdel, de la que fue compositor, cantante y guitarrista de efluvios stonianos en la década de los años noventa.
El diablo Champanier ha aparecido en el cruce de caminos. Cayó un rayo y esto no ha hecho más que empezar. Para quienes no conozcan al compositor, músico y cantante argentino Marcelo Champanier, el porteño desde muy pronto se educó e instruyó en piano, guitarra y música, su bagaje musical abarca más de dos décadas tras comenzar en Argentina con tan solo diecisiete años en la banda Impasse como cantante y teclista y luego formó su propia banda, Perros de Burdel, de la que fue compositor, cantante y guitarrista de efluvios stonianos en la década de los años noventa.
En el año 2000 al igual que otros paisanos, cruza el charco para unirse al nutrido grupo de rockeros argentinos que residen en España, manteniendo así esa unión de raíces musicales desgarras, cálidas y abrasadoras como si de un buen asado arrebatador a la cruz.
Entre sus pertrechos y municiones discográficas en solitario tenemos su debut con “El club del Aguante” (2004) y “Buenas Intenciones” (2008). Recuerdo viendo en un memorable concierto a Fito Páez en el desaparecido y emblemático Knitting Factory Club de Hollywood Boulevard, en el que se despachó a gusto tocando muchísimo Deep Blues y palpando la mayoría de los instrumentos como el piano, la guitarra, el bajo y la batería, un amigo me hablaba de “El club de el Aguante” y de Marcelo Champanier.
Marcelo Champanier aguardando en ese cruce de caminos y faltando poco para la medianoche, Belcebú le cogía la guitarra, la ajustó y se la devolvió, ya no había marcha atrás.
Marcelo a partir de entonces sería capaz de tocar lo que quisiera, pero el precio que había pagado fue terrible, pues a cambio de ese talento, había vendido su alma al diablo tras aquel “Rock de la Luna”. Su rostro se hacía más viejo, su voz rasgaba como una lija, rugía, y su cabello se volvía gris, él prefería olvidar y nada que perdonar, no hay miedo al fracaso a pesar de esas brasas y puñales que crecían alrededor suyo.
“Tiempo y Distancia” es el nuevo estigma del domador y acróbata Marcelo Champanier, un compositor y músico más maduro, diez caramelos para los acólitos del buen Rock en castello y almas prestadas sin vuelta. “No hay más que hablar” sentencia el nuevo sedicioso pacífico.
“Tiempo y Distancia” fue un compendio equilibrado de hermosas de canciones e historias asadas entre riffs devastadores y baladas que comienzan justo en ese “crossroad” fuera de la ley, donde le esperan esos contactos curtidos en una y mil batallas, como Claudio Gabis (uno de los patriarcas y fundadores del Rock y Blues en Argentina) o Ariel Rot, junto al resto de cómplices. (Candy Caramelo, Laura Rubio, Charlie Cepeda, Litus, Vikxie, Luca Frasca, Mac Hernández, Lea Aput, Toni Jurado, Perro Flaco, Pepe Curioni, Fernando Martín, Norman Hogue, Carmen Hernando, Sergio Makaroff, Juan Mari Montes o el ingeniero de sonido Guido Nisenson).
Marcelo Champanier publicó en 2013 su primer libro titulado “Ráfagas, vivencias y poesía de un rockero”, en el que el cantante, compositor e instrumentista argentino afincado en España desde el año 2000 combina poesía reivindicativa, realista y desgarrada, relatos con grandes de la música como Andrés Calamaro, Ariel Rot y Claudio Gabis en compañía de drogas, anécdotas de carretera, hoteles y aviones de un rockero.
