Quien más quien menos ha jugado alguna vez a poner nombres a bandas ficticias, incluso alguno habrá tenido la ingrata tarea de tener una y estrujarse el cerebro junto con sus componentes a la hora de buscar el nombre perfecto, aquel nombre que no solo te represente sino que se encuentre a la altura de tu música. Si amas el Rock y pasas junto a un cartel que anuncia una banda con el nombre de Homemade Sin es inevitable pensar, aunque solo sea para tus adentros, en que algo fogoso y diabólico te va a visitar y no puedes faltar a la cita.
Desde el momento en que Dan Baird & Homemade Sin ponen sus pies sobre las tablas del escenario de la Sala Sol, y antes incluso de tocar una sola nota, se empieza a respirar azufre, ya no son la banda del cartel, se han transformado, son un grupo de colegas que a su vez parecen ser tus colegas y te das cuenta de que sin hacer nada ya han hecho casi todo. Vítores y más vítores y… Traaannn!!!! Pistoletazo a casi dos horas en las que el Rock se hace carne.
Dan Baird y su banda Warner E. Hodges, Mauro Magellan y Sean Savacool están pletóricos, engrasados y finos, los temas se suceden uno detrás de otro sin respiro, la electricidad en la sala es latente, el pecado se está consumando.
Dan Baird ya lo ha anunciado durante la noche, “no habrá bises, tocaremos hasta que nos cansemos”… se lo dejan todo sobre el escenario. Y así fue tras anunciar las dos últimas canciones, poniendo el colofón con un Railroad Steel trepidante en sexta marcha por una vía de seis carriles sin cinturón de seguridad y el volumen a tope. Terminan haciendo honor a su nombre, han hecho lo que una enorme banda de Rock de Bar debe hacer, que sientas como un pulcro suelo se torna en una plataforma viscosa, que una caña mal tirada sepa a gloria, que el peor Whisky te sepa a malta, que el agua de los baños se transforme en vino. Rock and Roll y Pecado consumado. A tu salud.
Escucha «Screamer» (2018)el nuevo disco publicado recientemente por Dan Baird & Homemade Sin:
Texto por Patricio González Machín-Carlos Pérez Báez.
Fotos por Ana Hortelano. Dibujo por Cayetana Álvarez.
