cierra filas con los últimos nombres que completan un line-up de ensueño Comenzamos con un verdadero titán del circuito, Orange Goblin lleva casi un lustro recorriendo el mundo mientras su comunidad de adeptos crece exponencialmente, «The Wolf Bites Back«, publicado este año, está considerado como uno de los mejores álbumes en su carrera, por esto y su trayectoria se han ganado un lugar en la mesa de los grandes del género.
Sin duda, una imperdible atracción teniendo en cuenta sus últimas actuaciones sobre todo el pasado mes de Junio en el Hellfest francés. La misma vara de medir podría usarse para My Sleeping Karma, el cuarteto alemán lleva más de una década forjando su reputación concierto a concierto como demuestra su último y portentoso directo «Mela Ananda» de 2017, demostrando que su hábitat natural es un escenario sudoroso en el que descargar todo su poder.
Los siguientes nombres son una apuesta de la organización que como siempre de manera acertada combina veteranía con nuevas generaciones, convirtiéndose en uno de los principales activos de este festival. Villagers Of Ioannina City (VIC) es una formación griega indefinible, post rock embriagador con influencias folclóricas tradicionales que seguro sorprenderán a más de un desertfester, al igual que Jozef Van Wissem, compositor minimalista alemán, estudió laúd en nueva York y con su sonido medieval llega dispuesto a redefinir el concepto de música psicodélica.
El trío berlinés Earth Ship, con apenas ocho años de recorrido, se ha labrado un buen nombre en el vasto campo de la escena underground a golpe de directos implacables y contundentes, su estruendosa mezcla de lodosos riffs, voces virulentas y una dosis masiva de groove y humor les han llevado a este Desertfest. Con Krakow y Domkraft tenemos representados dos figuras del norte provenientes de Noruega y Suecia respectivamente. Y para terminar, DSF nos invita a descubrir tres bandas locales como son Lethvm, WYATT E y Goddog, con una buena cerveza de la casa que saborear seguro no defraudarán.
