Pocas veces ocurre, pero a veces sientes que se alinean los planetas, que estás en el lugar exacto en el momento preciso. Que varios de los mejores músicos de la Costa Oeste se reúnan cerca de casa para celebrar la música de una de las bandas de tu vida fue uno de ellos. The Grateful Dead fueron, junto a The Band y The Allman Brothers (y un poco a posteriori Little Feat) los máximos exponentes de la vasta e infinita tradición musical americana : mezclaron el incipiente RnR con Blues , Jazz, Country & Bluegrass , Soul y todos los estilos que mamaron de primera mano de pequeños. El pasado jueves en la barcelonesa Sala Apolo no solo celebramos su música, sino su filosofía de vida.
Como curioso y sorprendente preámbulo actuaron The Everyone Orchestra (un proyecto musical basado en la improvisación) . Guiados por ese excéntrico maestro de ceremonias que es Matt Butler, retó a los músicos participantes a una hora de experimentación inédita por estos lares. Él maneja los tempos y decide a través de tablets y pizarras que dirección toma cada canción. Una sugerente propuesta que solo podía haber nacido en la tierra de las Jams bands.
En el descanso aprovechamos para conversar con Alan Paul, icónico periodista musical estadounidense autor de la biografía de Allman Brothers “One way out” y con varios compatriotas suyos que alucinaban por nuestro amor a la banda madre. Jay Blakesberg , uno de los fotógrafos que mejor ha sabido capturar la esencia del grupo también se encontraba en la sala. Ese intangible “Good feeling” que une a todos los Deadheads del planeta. Viejas amistades, encuentros imprevistos, entretenidas conversaciones con foráneos , un buen rollo que nos trasladó durante unas horas a la psicodélica San Francisco.
Los protagonistas avisaron antes del concierto : a pesar de contar con set list la improvisación marcaría todo el recital, mezclando las piezas más reconocibles con otras más desconocidas para el gran público, cambiando el repertorio sobre la marcha. La lista de músicos participantes era un auténtico dream team : Anders Beck y Paul Hoffman de los Greensky Bluegrass, Bill Nershi , Keith Moseley y Jason Hann de los clásicos The String Cheese Incident, Elliott Peck y Grahame Lesh de Midnight North, Eric Krasno, Holly Bowling, Scott Law, Ross James y Nicki Bluhm. “Bertha” fue el prefecto inicio de dos horas para recordar. “Ramble On Rose”, “Easy Wind” y una increíble “China Cat Sunflower”confirmaban nuestras sospechas de que con semejantes músicos encima del escenario el recital no sería solo una delicatessen, sino también una gran fiesta.
Se pusieron country rockeros con “I Know You Rider” y arrancaron las primeras lagrimas con “Friend of the Devil”. “Cassidy”, “Brown Eyed Women” y “New Speedway Boogie” sonaron con una infinita riqueza sonora, y acabaron de la mejor manera posible, celebrando la universalidad de la música con una portentosa “The Music Never Stopped”. Cuando aún nos frotábamos los ojos por todo lo vivido salieron todos para regalarnos una de las canciones más bellas jamás compuesta por el hombre : “Ripple”. El final soñado para una noche en que bailamos, reímos, lloramos, saltamos y experimentamos todas las emociones que nos transmiten los Dead.
Imposible ponerle peros a tal magna exhibición. Si acaso que ensayaron “Terrapin Station” en el backstage , estaba en el set list (como “Morning Dew”) y al final no la tocaron, pero no nos podían contentar a todos con un repertorio tan inmenso como el de los de Frisco. Música interpretada desde el corazón por unos artistas que supieron percibir desde el primer momento lo especial que sería esa noche para nosotros. Aman la música, aman a The Grateful Dead, son de los nuestros. Let my inspiration Flow…
Texto por Albert Barrios y fotos por Mélissa Rueda y Albert Barrios.
