El pasado martes 20 de noviembre era uno de esos primeros días de verdadero frío y lluvia en Madrid y había poca gente por la calle. Al entrar ves que unos prefieren quedarse atrás, dicen que se escucha mejor. El sonido se mezcla en un todo. Hay otros que nos gusta ver de cerca los gestos y las emociones y nos situamos en las primeras filas.
Sobre el escenario Andrew Tuttle está sentado frente a una mesa con un ordenador y un sintetizador de los que extrae curiosos sonidos de una guitarra acústica y un banjo. Este músico australiano nacido en Brisbane compone melodías instrumentales muy vanguardistas a partir del folk. Uno se siente abducido por algo parecido a sonidos atmosféricos envolventes. Trae debajo del brazo el que es su tercer LP con título homónimo.
Ryley Walker es el plato fuerte de esta noche y la sala alberga un lleno aceptable. Viene acompañado de su banda de siempre. Entre el público algunos músicos que abrazan la estela de su música, Flecha, Gabi, Diana, Alfonso… amigos musicales y algunos Robinsones. Cantante y guitarrista del estado de Illinois (Chicago).
Desde los veinte años sigue un hilo musical muy personal. Viene a presentarnos el que es su quinto disco “Deafman Glance” grabado en los Minbal Studios de Chicago y de su también reciente “The Lillywhite Sessions” que acaba de salir. Versiona canción por canción y con mucha fidelidad las tomas originales de un “disco perdido” de Dave Matthews Band, el que debía haber salido de las grabaciones realizadas por el grupo durante 1999 y 2000. Improvisa desde lo que él llama el anti-folk y el “sonido Chicago”.
Entre chanzas y bromas descubre punteos, fraseos y ritmos que conviven muy bien con formas más clásicas del folk psicodélico llevado a lo contemporáneo. “La improvisación es la columna vertebral de nuestros sets en vivo. Se traduce en algo divertido y mantiene las cosas frescas.” Walker supera sus límites y su música es una constante evolución. Al preguntarse por su estilo, Walker comenta “No tengo ni idea. Creo que todo es orgánico. No quiero que ningún sonido resulte calculado y forzado”.
La crítica definió a Ryley Walker como “la descripción sonora de Chicago“. Walker responde: “Eso es demasiado. Soy un músico que de alguna manera ha evitado acabar trabajando como lavaplatos. Hay otros tres millones de personas que trabajan duro y definen mejor a Chicago. No tengo ni idea de cómo definir a Chicago. Me mudé a Nueva York“.
Ryley Walker llegará a convertirse en un músico inclasificable, leal a sus ideas y principios y cuyos discos esconderán atisbos de un mundo interior, el suyo, rico y talentoso.
Texto, fotos y vídeo por Ana Hortelano.
Próximas fechas de Ryley Walker en España:
- Viernes 23 de noviembre de 2018: Santiago de Compostela, Riquela Club
- Sábado 24 de noviembre de 2018: San Sebastián, Dabadaba
