Tom Russell, este músico estadounidense nacido en Los Angeles, se encuentra de vacaciones en nuestro país y actuó en el Café Berlín el pasado jueves 15 de noviembre aprovechando que el tren pasa por Mallorca. Vino acompañado por su mujer, su suegra, su Gibson, su atuendo de cowboy y algunas de sus pinturas.
No conocía Madrid y aprovechó para regalarnos con su voz y sus hermosas melodías. Es un hombre discreto, vestido de oscuro, sombrero tejano y pañuelo rojo al cuello. Nada más subir al escenario uno se da cuenta de que es un auténtico showman y muy dicharachero. Ese día nos presentaba él sólo en acústico el que es su disco número treinta y seis de una larga trayectoria musical. “Folk Hotel” es un compendio de muchas historias y referencias a otros músicos.
“Mi mente es un antiguo hotel popular en el Village, embrujado por fantasmas trovadores que cantaron canciones que nunca escaparán de mi alma”. Enseguida te viene a la mente el Chelsea Hotel de Nueva York, pero también el Beat Hotel de París, ambos habitados por músicos, escritores y poetas. Lugares descuidados y con cierto abandono que se convirtieron en inspiración para muchos de sus inquilinos.
“Leaving El Paso” es un viaje entre El Paso y Santa Fe… “Out in the West Texas town of El Paso, I fell in love with a Mexican girl, Nighttime would find me in Rosa’s Cantina, Music would play and Felina would whirl…”. En “I’ll Never Leave These Old Horses” hace referencia al músico de country Ian Tyson. También recuerda a Johnny Cash para el que compuso varios temas.
Durante un concierto suyo hizo subir a Tom Russell al escenario y cantar juntos una canción, pero Russell no se la sabía y Cash se la cantó al oído. El invitado incrédulo veía como le salía por la boca cada palabra y nota de la canción. Debió ser curioso cuánto menos verles de esa guisa.
Tom Russell es un músico con multitud de anécdotas y con una trayectoria vital muy rica. Alguien tan curioso e inquieto ha convertido sus experiencias en canciones. Un trovador de este siglo que nos cuenta historias surgidas entre el Oeste y la frontera mejicana. Además es un estudioso y conservador del folk y country, escribe poesía, narrativa y pinta lienzos llenos de color, de ese mundo que lleva en las entrañas. Tiene además una voz muy rica que modula a su antojo.
Es la sencillez del hombre que tiene todo por aprender. El setlist es una auténtica joya. Incluso tiene apuntado el nombre de su amigo Roberto Lara al que no dejó de mencionar en las últimas canciones. Y una cosa nos dejó clara, le gustan Bob Dylan y el Bourbon a rabiar. No estoy segura si es en este orden.
Texto, fotos y vídeo por Ana Hortelano.