Celebramos el quinto aniversario de Desertfest Bélgica, lo mejor del stoner rock, heavy psych & sludge se dio cita un año más en la ciudad de los diamantes.
Última jornada en Amberes con un plantel preciosista de bandas tremendamente influenciadas por los sonidos bluseros de antaño, amplificados de manera rocosa por la tecnología de nuestra era.
Dos de los máximos exponentes en este campo son Child y The Devil And The Almighty Blues.
Australianos y nórdicos respectivamente manejan a su antojo escalas y tempos rindiendo homenaje al lindo frenesí de la escritura en un pentagrama, vivos de deseo mostrando lo que nace en sus entrañas destilando una música cálida, sensible e intimista pero con garra, así es la nueva generación que esperamos nos acompañe durante muchos años.
Son lo suficientemente pesados y conmovedores para moverse entre el territorio del metal y el rock duro, aunque no seas un amante del blues, apelarán a tu juicio reconociendo que son unos tipos absolutamente increíbles.
Pocas veces he disfrutado de un trío tan visceral como Castle, el espíritu del mismísimo King Diamond encarnado en Mat Davis y Elizabeth Blackwell, despachando endiablados riffs presentando lo que puede ser su obra maestra hasta la fecha, «Deal Thy Fate».
A pesar de su corta trayectoria, la fama de protagonizar portentosos shows les precede, concretamente en este mismo escenario hace algunas ediciones, algo a destacar son sus fuentes de inspiración a la hora de componer sus letras, sobre todo basadas en películas y literatura de señores oscuros y místicos como Aleister Crowley o William Blake.
El quinto largometraje de Castle se escribió en el transcurso del año pasado en Joshua Tree, en el desierto de Mojave, California.
Nueve imponentes tracks tejidas con historias de folclore americano, asesinos en serie y líderes de culto sobre base heavy metal clásico mientras aportan su propia visión de lo moderno.
Riffs de guitarra y melodías de voz que se introducen en tu cerebro a lo largo de los treinta y seis minutos del álbum provocando un severo knock out, algo en lo que ha contribuido el productor Billy Anderson (Melvins, Sleep, Neurosis) realzando las fortalezas de la banda.
Sobrepasando el ecuador del festival nos topamos de frente con las leyendas de The Skull, foto para el recuerdo y un par de zumos de cebada mientras brindábamos al son de Albatross de Corrosion Of Conformity como banda sonora de ambiente en la sala.. los acordes de la ave marina más majestuosa del planeta.
El preámbulo no podía ser mas alentador y las expectativas más altas, Eric Wagner, con un look muy Robert Plant demostró que somos barro en las manos del tiempo extendiendo y moldeando su propia historia cimentando un nuevo proyecto tras veintitantos años al frente de Trouble, posicionándose en la realeza moderna del doom metal.
Una formación con pedigrí y experiencia que cocina discos de poderosas estructuras y ritmos metálicos, etéreos con corazón de heavy metal y rango dinámico fascinante, quizás, el mejor concierto del fin de semana.
Mientras tanto Elder hacía lo propio en Desert Stage, adentrarte en su concierto es perderte en pasajes que la mente solo puede fabricar escuchando sus melodías.
Amplios, profundos, ritmos aventureros e impredecibles marcados por atascos hipnóticos coloreados por la tendencia hacia el dinamismo que se ha convertido en el sello distintivo de la banda, al tiempo que predican el lema de expandirse en su repertorio, sus habilidades se van perfeccionando cada año.
The Well fue el descubrimiento del día, el trío de Austin, Texas, facturó uno de los shows más sorprendentes, caminando por una intrigante línea entre la psicología de los 70 y la rareza desenfadada de la legendaria escena del rock de su ciudad natal.
Apostando por la dualidad vocal, Ian Graham y Lisa Alley cantan al unísono como monjes bizantinos, sus reverberaciones y su sonido monolítico de lenta construcción provocan un emocionante trance bebiendo del blues duro de la época, generando un sonido trascendental y temas lírica erudita, cristalinos en su complejidad y claridad al mismo tiempo.
Final de traca en Canyon Stage con los americanos Whores, es posible que sea la banda de sludge/hardcore que más me ha llamado la atención últimamente y una de las más prolíficas de los Estados Unidos.
Amargos, desagradables, tremendamente enérgicos y con canciones orientadas a los nostálgicos alternativos de los 90, el trío de Atlanta ofrece un directo aplastante y dominante.
Detrás de sus grabaciones encontramos la figura de Ryan Boesch (Fu Manchu, Melvins, Helmet) como artífice de su sonido, por lo que te aconsejamos que acudas a uno de sus conciertos cueste lo que cueste. No apto para débiles.
Reflexión Personal
Los días y las semanas pasan lento, pero el martillo del tiempo hace que pasemos inexorablemente los años en el calendario como hojas de papel casi sin sentido.
Es por eso que estos acontecimientos nos proporcionan una motivación extra para afrontar con ilusión el paso de los meses, reencontrarnos con viejos amigos provenientes de todas las partes del mundo, dar la bienvenida a otros nuevos y conectar con las bandas compartiendo unos minutos de confidencias hace que nos invada la felicidad bajo un único factor común, la música, el lenguaje universal del ser humano.
Descansad en riffs y sed felices, el desierto nos espera el próximo año.
Fotos por Adal García Herrera.