Fui con mi hijo Iván, nos citamos con Ana Hortelano que a su vez se citó con Cayetana alias Street y que nos contó que había compartido con Micah P. Hinson una tarde de confidencias, creo que dijo en Euskadi.
Esperábamos con curiosidad a este personaje, fajado en cárceles y drogas en EEUU. Estábamos al día de lo que está haciendo últimamente y veníamos con los deberes hechos.
Tardó 20 minutos en aparecer respecto a la hora anunciada, colocó en una pequeña mesa, un brick de carrefour de zumo de manzana donde intuíamos se alojaba el bourbon, una cerveza y un paquete de cigarrillos. Salió fumando con boquilla. Prácticamente toda la noche la tuvo en la boca y cantó con ella dando un toque más chicloso a su voz ronca.
Salió tambaleándose, pensábamos que se caería y no terminaría el tema, pero lo consiguió y se escuchó respirar al respetable que pensaba que los 18 € de la entrada se habían consumido a la primera de cambio.
Ni rastro de la banda que habíamos leído que venía. Él solo en el escenario. Mantuvo ese baile de san Vito durante todo el concierto. Su guitarra cual Woody Guthrie o Billy Bragg llevaba garabateado un This machine kills fascists, lo cual me congratuló porque no sabía de qué pie cojeaba Micah, además se dibujaba otra maxima: Beyond all ideas of right or wrong, there is a field, I Will Meet You there.
Dos de los temas olvidó la letra , se le dibujó en la boca un fuck me y desde la media hora comenzó a mirar el reloj con ganas de irse. El público era fiel, conoce a Micah y le respeta, éste sabe darles ese toque negro, canalla y triste que necesitan. Él es un antiestrella, la voz del antihéroe, es un suicida en potencia, bebe y fuma como si no hubiese un mañana. No sonó Benneath the rose, pero comenzó al final con My Blood Will call out to You from the Ground, que a los 10 segundos dejó inconclusa y no pudo continuarla. Miro el reloj , llevábamos hora y cuarto y balbuceó que tocaba la última.
Curioso. Después de este esperpento de concierto me quedé con ganas de más, así que en esta esquizofrenia en que nos movemos los aficionados a los directos volveremos a intentarlo cuando regrese. Y si cuela, con banda y todo. A pesar de su lamentable estado nos ofreció música desnuda desde lo más interior que tenía como comento Ana. Y como colofón Iván comentó que le había gustado, de Street no digo nada porque Micah es su hombre.
Texto por Javier Tabarés. Fotos por Ana Hortelano.