Lujazo es la palabra que define poder ver a Tim Easton en un lugar como Café Libertad, 8 y de la mano de Momentos Alhambra Música el pasado 21 de Noviembre. Igual de recogido y acogedor como majestuoso rincón de Madrid que ha visto nacer a tantos y tantos cantautores españoles. El de Nashville adora nuestro país, conoce nuestra historia y disfruta de sus culturas y gentes como el que más. Eso hace el evento aún más especial. Tim está tocando en este pequeño gran local por elección propia. Y este show fue nuestro pequeño Springsteen on Broadway. De hecho creo que a los que estábamos allí nos llenó mucho más.
Como de costumbre, jugando en el límite del blues, el country y el folk. Fiel a sus raíces y a su guitarra Paco, su último trabajo es un paseo por el cancionero tradicional americano, al que se enfrenta con la única ayuda de su acústica y su armónica. La curtida Paco, que es el nombre de su Gibson J-45 del 85, da título al album: «Paco & The Melodic Polaroids». Un disco que ha grabado en un estudio de Bristol, Virginia a la vieja usanza. Como habrían hecho la Familia Carter o Jimmie Rodgers hace 90 años, direct-to-lacquer, o lo que es lo mismo, directamente de la cabina de grabación al disco.
En palabras del propio Tim, este es un proyecto muy muy especial que se ha financiado estrictamente mediante una campaña de crowdfunding en Pledge: «NO MONEY WILL BE SPENT ON MUSIC BUSINESS MARKETING OR PUBLICITY. This is a completely independent project between me, the two engineers, my guitar, and you-the listener. A lot of bands have used this vintage technology to record a song or two. I recorded an entire LP this way, and I’m looking forward to sharing the results with you.»
Easton es un artista pleno, músico, pintor y fotógrafo. Un alma inquieta que expresa sus inquietudes usando cualquier medio a su alcance. De este modo Tim creó una serie de 100 portadas de vinilo diferentes pintadas por él mismo para la ocasión. El proyecto ha sido tan placentero para artista y seguidores que su próximo album, «Exposition» ha lanzado la misma campaña de crowdfunding con condiciones muy similares a las de Paco y verá la luz a principios de año.
El bolo de Libertad fue una auténtica pasada. Con un Tim volcado, como siempre, dando lo mejor de sí mismo y repasando tanto sus temas recientes como los clásicos, con la única compañía de Paco, su armónica y el viejo piano de pared que la sala alberga. Un piano que toca con delicadeza, de pie, ligeramente inclinado sobre las 88 teclas y dejando pasear sus manos al ritmo de las trovas. El resultado es una delicia que nos mete de lleno en la profundidad de america, repasando blues y folk a partes iguales. Easton es un virtuoso del folk a la guitarra acústica y te puedes quedar embobado mirando su mano recorrer el mástil en posiciones inverosímiles a la velocidad del rayo. «Elmore James» suena a gloria, su «Don’t Lie» es el más preciosista de los directos que le he escuchado. El «Let Me Be Next To You» nos arranca alguna lágrima. «Been All Around This World» es un clásico que en boca de Tim suena desgarrador, desde el alma. Y como siempre, referencias a su héroe Woody Guthrie. Nos cautivó también con su «Poor Poor L.A.» y nos permitió el lujo de lanzarle cualquier petición.
Easton es un tipo humilde y cercano con el que puedes hablar directamente por mensaje en cualquiera de las redes sociales porque te va a responder. Una persona con la que te encuentras a gusto. Como un familiar al que ves de vez en cuando y con el conectas al instante. Tim hace intros para cada uno de sus temas. Explica de dónde vienen, cómo o dónde los ha compuesto y aprovecha para hablarnos de su vida, de su día a día, de su pequeña hija, de lo que significa para él todo lo que le rodea. De cómo ha podido venir en el tren tocando la guitarra completamente sólo en uno de los coches de Renfe que nos lo ha traído desde Santander a Madrid. Tim Easton es uno de esos genios que te hacen sentir mejor persona al escuchar su música y sus andanzas. Que te hacen vivir la vida con pasión. La misma con la que nos cuenta que en la pasada gira en nuestro país, un día en la carretera con su amigo «el esquimal», James Dommek Jr., el batería que le suele acompañar en sus peripecias, sonó en la radio el clásico tradicional “On My Way” y ambos se pusieron a llorar de inmediato.
Easton respira vida por los cuatro costados y cada vez quiere ofrecernos una música más cruda, más desnuda, más cercana al alma humana. Tras hablar con él en varias ocasiones, haberle seguido siempre que ha venido a nuestro país y conversar con él regularmente mediante mensajes, puedo decir que Tim Easton es mi amigo y me siento muy orgulloso de ello. Porque Tim Easton no es sólo un genio de Nashville. Tim Easton es un hombre bueno, un hombre generoso que ofrece mucho más que su música. Apuesto a que en 2019 volverá a visitar un país que adora. Hasta siempre, Tim. Salud!
Texto y Fotos: Javier Naranjo
Vídeo: Gonzalo Fernández
