La cita semanal con los Conciertos Salvajes nos prometía un encuentro con el Folk, el Rock, el Pop y el Bluegrass que desde la Baja California nos acercaba Junior McKenzie, un proyecto musical, comandado por alguien que es más de la tierra que las alcaparras y que nace de la mente musical del castellonense Juan Fortea.
Cualquier propuesta que realicen los encargados de la programación de este ciclo no defrauda y esta no fue menos….empezó, eso si, navegando entre dos aguas; Junior Mackenzie nos presentaba su último trabajo «Files of Life» (2018), que se suma a los anteriores «Junior Mackenzie» (2008), «Songs From the Top of a Mountain» (2010), «Melodies for the End of The World» (2012) y «Mr. Good Horse» (2014), pero estas aguas mansas pasado el tercer tema, se convirtieron en tormenta y él y su banda, remontaron la ola y ya no se bajaron, hasta el final, de ella. Lección de Folk-rock con multitud de influencias y con una banda que merecería una entrada aparte, Eloy Alcaide, a los teclados, y saxofón; el colombiano Mauricio Bedoya al contrabajo y bajo eléctrico y el canadiense, y que nos dejó a todos asombrado de su técnica, Ben Wirjosemito a la batería; junto con Juan Fortea a la guitarra y voz; integran esta formación.
Al final, pidió un poco de silencio, se bajó del escenario y solo con una acústica y la armónica, se mezcló entre la gente y nos interpretó dos o tres temas….uno de ellos dedicado a sus amigos con hijos, y es que él, a sus 41 años, tiene idea de lo que eso implica, aunque solo sea a través de ellos, y de las visitas a la farmacia a por botes y botes (o frascos) de Dalsy…y eso fue gloria bendita.
El músico castellonense cuenta con una dilatada carrera y una amplia experiencia ganada en girar con bandas como Sidonie, girar con The Kills o telonear a músicos internacionales como Frank Black, Richard Hawley, Zucchero, Steve Wynn, Greg Dulli, Radio Moscow, Gomez, Smile o al ex-Sunday Drivers Jero Romero. Las canciones que integran su último trabajo son como «unos archivos de vida», y están grabados en una etapa dificil de ella, según comenta en una entrevista, «la fuente principal de inspiración es la melancolía y el desasosiego unido a una sensación de soledad y desarraigo vital muy fuerte». Su música es meditada, realizada con calma y tiempo, alejada de ese consumismo que obliga al músico a producir casi en cadena. Sin duda una apuesta interesante dentro del panorama musical nacional y que cualquier buen amante de esto que se llama Rock, con todas las etiquetas que les queramos poner, no debería de perderse.
«La música es un arte y como tal ha de perdurar eternamente».
Texto y fotos por Jesús Díez.