Cuando un músico se sube a un escenario y ofrece sus temas a un público entregado; cuando llega el final y la gente, como es costumbre por estas tierras, le pide, ¡no una!, sino tres más y lo solventa con cuatro temas y luego sigue sobre el escenario y enlaza otros cinco o seis temas a mayores, solo se le puede decir un GRACIAS en mayúsculas y valorar la grandeza del momento que vivimos. Bien es cierto, según cuentan, que algo puede pesar la ancestral costumbre que impera en estos pueblos de que si no acaba satisfecho el publico el músico acaba en el pilón, sobre todo si entre ese público se encuentra alguno procedente de Campaspero….pero, sobre todo esto último, seguro que no dejan de ser más que habladurías de envidiosos o aburridos.
William Gutiérrez, guitarra y voz del trío bilbaíno Los Brazos, nos regaló un vermut memorable con un repaso a temas que forman parte de su iniciación como músico, y que forman parte de la memoria sonora de todos los presentes. Temas de Tom Waits, The Rolling Stones, Elvis Presley, Nina Simoneo The Beatles junto a los pioneros del rock, entre otros muchos sonaron junto a pequeñas anécdotas o historias que daban paso a la música.
En una jornada donde muchos andaban entre «montar un viajecito por la cara a los madriles» o ir a disfrutar de un buen músico, de una colección de buenas canciones, de unas excelentes tapas y de una, por descontado, soberbia compañía, ganó (por goleada) la segunda opción sin discusión.
¿Volveré a verte esta noche en un tren suburbano
Donde cada noche, cada noche es siempre igual,
Volveré a verte esta noche en un tren suburbano?
Todos mis sueños caen como la lluvia, todos en un tren suburbano
Todos en un tren suburbano, todos en un tren suburbano
Todos en un tren suburbano, un tren suburbano
«Downtown train» (1985)
Texto y fotos por Jesús Díez.
