Jenny Lewis publica su nuevo disco “On the Line”. Un trabajo que, en lo existencial, parte de dos momentos fundamentales; su ruptura con el también cantante Jonathan Rice, tras doce años de relación; y la muerte de su madre. Una progenitora con graves adicciones que se mantenía trabajando de camello y que la empujó a una carrera de actriz infantil, y con la que estuvo media vida sin hablarse, hasta reconciliarse cuando ya estaba muriendo de un cáncer.
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Después de doctorarse como icono indie con la banda Rilo Kiley, su debut en solitario Rabbit Fur Coat, junto a las Watson Twins y su continuación, el enorme Acid Tongue la colocaron en la primera línea del rock americano con raíces. The Voyager, producido por Ryan Adams, bajó un poco el listón. Más allá de su producción rondando el AOR presentaba una colección irregular de canciones. Una vez consumada la ruptura con Jonathan, puso tierra de por medio y se fue a vivir con Annie Clark (St. Vincent). Su último proyecto musical, un trío femenino llamado Nice as Fuck, fue algo simplista, colorista y optimista, pero a pesar de presentar una buena colección de canciones no pasaba del mero entretenimiento.
On the Line, sin embargo, eleva de nuevo el listón y contiene la música más melancólica que jamás haya hecho. Después de empezar trabajando de nuevo con Ryan Adams, pronto discutieron, aunque no por los motivos que ahora atormentan al ex-Whiskeytown. Tomó el relevo Shawn Everett (Alabama Shakes, War on Drugs, Kacey Musgraves,…). Éste ha logrado un sonido muy compacto: pianos majestuosos, cuerdas muy trabajadas, guitarras setenteras,… Grabado en los míticos Capitol Studios en L.A. en muy pocas sesiones, la lista de músicos es un verdadero all star: Benmont Tench, Beck, Ringo Starr (en un par de temas), Don Was, Jim Keltner,… Con semejante elenco de músicos, no es complicado que en algunos momentos nos haga evocar, entre otros, al Bella Donna de Stevie Nicks.
La ruptura y sus consecuencias es uno de los los temas principales del nuevo álbum de Lewis «Es como una especie de juego «, ha dicho Jenny. «Comienza con la ruptura, y es rebote, redescubrimiento, renacimiento, muerte y empoderamiento». Por otro lado, La adicción, la sobriedad y la automedicación también son temas recurrentes. Hay referencias a vino tinto, marihuana, heroína, bourbon, Paxil, Marlboros, Red Bull, coñac,… Y guiños en las letras a elementos tan dispares de la cultura contemporánea como juegos (Candy Crash), cantautores malditos (Elliott Smith), actrices (Meryl Streep) o boxeadores (Lloyd Mayweather).
La portada corre a cargo nuevamente de la fotógrafa Autumn de Wilde y repite exactamente la misma pose que el anterior The Voyager. La diferencia es que el elegante traje inspirado en los nudie suits deja paso a una imagen mucho más sexy, inspirada en los bikinis que pueblan Venice Beach. Una imagen que más que identificarse con el oscuro contenido del disco, expresa su voluntad de renacimiento después de un época complicada. Algo que se refleja en el último del disco, el optimista Rabbit Hole, un gran tema pop con un toque a los Travelling Wilburys más luminosos. Y es que según Jenny necesitaba cerrar el disco con un tema que le recordara que nunca volverá a caer en un pozo sin fondo. Otros temas destacados son Wasted Youth, Party Clown o el primer single Red Bull and Hennessy.
La presentación del disco se hizo en un programa televisivo donde se recogieron fondos para ayudar al Downtown Women Center de Los Ángeles, y en el que desfilaron numerosos colaboradores desde monologuistas a magos, pasando por compañeros de profesión que interpretaron versiones de sus canciones (King Tuff, Nikki Lane, Danielle Haim,una banda de woo dop, entre otros…). Un programa con un cierto toque de excentricidad muy acorde a Jenny, que ha reconocido que recurre a microdosis de setas alucinógenas en su día a día para estar comunicada con la naturaleza.
La gira de presentación del disco sólo pisará tierras europeas en unas pocas fechas en Gran Bretaña. su banda, todavía no confirmada, estará formada por nuevas promesas de la escena angelina de las que seguramente oiremos hablar en los próximos años. No hay que olvidar que, acompañando a Jenny en sus giras, han pasado nombres como Jonathan Wilson, Blake Mills, Danielle Haim, Natalie Prass o Risten Gaspadarek.
