La canción de autor tiene un nuevo referente en la isla de Sicilia. En la noche del pasado lunes 6 de mayo y en una sala Costello con un lleno aceptable, recibimos a Fabrizio Cammarata y a su banda de escuderos leales. Era su primera vez en España como grupo gracias a la plataforma Cooncert y vinieron a presentarnos su recién publicado disco «Lights».
El pasado año fue el telonero del grupo irlandés Villagers y conoce nuestro país donde tiene grandes amigos, así que un poco se sentía como en casa.
Salen al escenario enfundados de negro, Cammarata a la guitarra, Donato en los teclados, Carmelo al bajo y Giorgio a la batería tocado con un elegante sombrero y arrancan con “Run, Run, Run”, canción que salió como adelanto del disco y que habla sobre lo rápido que discurre nuestras vidas buscando verdades que se nos escapan.
Fabrizio canta en inglés a causa de su alma viajera y al más puro estilo del folk tradicional con denominación de origen. Muchas son sus influencias, desde el Bob Marley de su infancia, como no la canción italiana, los Beatles y ha tocado con Patti Smith, Iron & Wine, Devendra Banhart, Ben Harper, Emiliana Torrini y cantado junto a Damian Rice.
Sigue desgranando sus canciones con breves pinceladas de como surgieron. “Cassiopea” fue el punto de inflexión “como estar en un vórtice de emociones” y nos dice que las estrellas pueden ser caprichosas a veces. En un momento pasas de tenerlo todo a no tener nada.
“If you need to go
If you need to break free from my heart
You can put it back
Because you can only touch the side facing you
Just another way to kill the man you loved…”
“Eileen” es otra pequeña joya. Llena de amor y vulnerabilidad.
“Eileen, you got your hands around my throat
So be careful what you do this time
I was your mountain, you’re my sea
‘Cause I like you the most when you’re free…”
“Timbuktu” es una liberación.
“Send you a song from Timbuktu
Where the days are wrong and our pains are new
I could close my eyes and indulge this confusion
And let myself imagine you”
“Lights” y “Of Shadows” están hermanados, se entrelazan como el yin y el yang, la luz y las sombras, uno es más coral mientras que el otro es más íntimo. La grabación de “Lights” se hizo en diez días en un naranjal de Valencia propiedad del productor Dani Castelar, un retiro luminoso que favoreció la composición.
Este cantautor palermitano brilla con luz propia y a través de su mirada profunda matizada por colores azules acerados, percibes la fuerza y el desgarro de su voz y su gran sensibilidad, generosidad y entrega.
Uno de los momentos más álgido es cuando canta «La Llorona» de su admirada Chavela Vargas a la que no llegó a conocer.
Sus temas tocan las vivencias y el sentir de cualquiera de nosotros hoy en día, la liberación, la búsqueda de la serenidad, el amor, renovarse y no morir, la traición o el desamor, las emociones en su estado más puro. La luz del Mediterráneo se filtra por sus canciones, pero sobre todo desborda voluntad de vivir. Su voz y su manera de tocar la guitarra me recordó en muchos momentos a Glen Hansard, esos rasgueos potentes, ese desgarro en la voz. Una alegría conocerles y disfrutar de sus canciones.
Fotos por Ana Hortelano.
