Resurrection Fest finalizaba su decimocuarta edición el sábado 6 de julio. Batiendo récord con 102053 asistentes, cero incidencias y enorme satisfacción de un trabajo sobresaliente. King Diamond, Testament, Berri Txarrak o Lamb of God entre otros firmaron memorables conciertos.
Resurrection Fest y su entorno te atrapan, ¿Lo hemos dicho ya?, ambiente sabatino de peregrinos y desayuno de campeones. Llevábamos desde que pisamos Viveiro unos 31 kilómetros pateados, esto es el camino del apóstol, de este fenómeno sociocultural indispensable ya para la comarca.
Los neozelandeses Alien Weaponry nos hicieron despertar del letargo de la comida, que ríete. Power trio de heavy-thrash los neozelandeses, estos tres pibes tienen ascendencia maorí y muchas de sus canciones están escritas en te Reo Māori.
Abrieron con «Pc Bro» y las máquinas de humo funcionando a saco, nos presentaban «Tû» (2018) su primer álbum, y con «Holding my breath» y «Nobody Here» nos dieron cuenta de su thrash mas asequible. El groove maorí lo dejaron para «Raupatu», «Rû Ana Te Wenua» y su tema «Kai Tangata» con el que pusieron patas arriba el Main Stage. Juventud e innovación, terribles los kiwis. Triunfaron en la firma, larga cola.
En el Ritual Stage empezaron a descargar en hora Destroyers of All los portugueses no dieron tregua a un publico que aprovechaba la mínima para sentarse en el césped. Thrash clásico bien ejecutado con actitud, y toques heavies. Nos presentaban su último disco de este año «The Vile Manifesto», aunque muchos estuviéramos esperando la hora de a buen seguro una de sus influencias evidentes.
Testament son un valor seguro, tras caerse en noviembre en Madrid y Barcelona en la despedida de Slayer. La mítica banda californiana formada por Eric Peterson a la guitarra, Chuck Billy a la voz, Alex Skolnick a la guitarra, Steve DiGiorgio al bajo y Gene Hoglan a la batería iban a conquistar Viveiro.
Como un disparo empezaron con «Brotherhood of the Snake» y «The Pale King» la peña despertó de súbito, comenzaron los circle pits y los puños en alto. Buen sonido, tónica general del Main Stage y vellos como escarpias al llegar «Low» o «Into the Pit» la old school del thrash metal es una apisonadora. Están en plena forma, Chuck no para, con su particular micro, toca los punteos y anima al respetable. «Practice Wat Your Preach» fue una auténtica delicia para los oídos.
Los de San Francisco son una banda infravalorada bajo nuestro punto de vista, los cuatro últimos temas de la docena que tocaron no dejaron dudas. Ni Randy Blythe de Lamb of God se quiso perder el bolo, lo ligamos entre bastidores…
«Electric Crown», «Over the Wall», «Disciples of the Wach» y The Formation Damnation» no dejaron dudas, uno de los bolos del día y del festival. Y es que los que hace 37 años empezamos a escuchar vueltas de tuerca con ellos no tenemos duda.
Siguiente parada el Ritual Stage, Vhäldemar los vizcaínos llevan tiempo en el rollo y se nota. Durante veinte minutos nos tuvieron atrapados con su heavy metal de vieja escuela y muchos quilates. Carlos Escudero su frontman es veneno sobre el escenario, su guitarrista Pedro Monge un virtuoso, ambos piedra angular del proyecto. Continúan con su «Against All Kings» Tour, que da titulo a su ultimo trabajo. Temas como «Metalizer» nos lo dejaron claro «A Muerte» allá por donde vayan.
Otros vascos como Cobra también los queríamos volver a ver aunque fuese un ratito, y así fue. Su mezcla explosiva de integrantes, David González al bajo (Berri Txarrak, TT L.T.), Josu Luengo a la guitarra (Evirus69) Haritz Lete a la voz (Kokein) y Ekain Elorza a la batería (Dinero, Morgan, Qverno) , tras dos discos “The Strong Arm of the Rock” y “Thriller!”, un EP “Covered”, con «Riffyard»(2016) como último, gustaron y mucho su metal o “thriller rock” como los han etiquetado por la temática de sus letras, hicieron que el Desert Stage se petara, con trallazos como «Rosebud» o «70´Challenger» se llevaron de calle el escenario, pequeño para ellos.
A paso ligero al Main Stage donde Lamb of God iban a dar otro de los conciertos del festival. Sin ser santos de mi devoción he de reconocer que los circle pits vistos desde el Pandemonium fueron los mas salvajes del festival. Intro de «Omerta» y al turrón, con «Ruin» empezaron los crownsurfing y demás divertimentos. Randy Blythe al frente correteando de un lado a otro del escenario, arropado por el resto de la banda y un sonido contundente, hicieron que su groove metal conquistara de nuevo Viveiro.
No dejaron de caer sus temas emblema de la casa, «Walk With Me in Hell» o «Now You´ve Got Somenthing to Die For» en un concierto intenso a mas no poder. No se notó la ausencia de su batería Chris Adler sustituido por Art Cruz (Prong, Winds of Plague). Mark Morton y los suyos despidieron no sin antes dar reiteradas gracias, dos bombas lapa «Laid to Rest» y «Redneck» dejaron para los bises. Uno de los bolos selectos del festival de estos ya asiduos, de aquí regresaban a América.
Y mientras en Ritual Stage, llegaba otro de los momentos emotivos, muchas ikurriñas por el recinto. Berri Txarrak se despedían a lo grande también en Resurrection Fest, esta banda única en la especie, los navarros han recorrido el mundo con su rock en euskera. Gorka Urbizu, Galder Izaguirre y David González eligieron un set list cañero que dejó satisfechos a todos. Arrancaron con «Jaio Musika Hill», «Ez Dut Nahi», «Zertarako amestu» «Payola» «Infrasoinuak», «Dortoken Mendean», están en una forma envidiable, su mejor momento.
Los Resukids también hicieron presencia sobre el escenario como en el concierto de Toundra. «Hozkia», «Espero zaitzaket», «Eskuak», «Zerbait asmatuko dugu» , «Zirkua», «Ikasten» donde hubo una serie de problemas técnicos que no ensombrecieron un ápice el show. «Denak ez du balio» «Stereo» ,«Oihu» para la traca final.
¡¡Ikusi Arte lagunak!!
Nos dividimos los últimos minutos de Berri Txarrak para ver a Troubled Horse, Suecia es la cantera de bandones de Europa, factoría de rock acelerado, extremo o sublime, y estos tipos son de la última factoría. Segundo solape maldito, el de Radio Moscow en este escenario fue el otro. Estupendo nivel el de el Desert Stage y las bandas que hemos podido ver, haciendo historia.
El concierto de Within Templation nos lo tomamos con calma, algo de chascar y refresco energético de ese que te araña los músculos. El Main Stage no estaba como a la tarde, peña sentada en el césped. La sombra de King Diamond nos perseguía y queríamos disfrutar del chupinazo final. Los habíamos visto firmando por la tarde y formaron buen pollo. Este Resu repasando carteles ha sido el mas ecléctico de toda su historia.
Nosotros los que suscribimos somos de turrón duro, hemos visto a los holandeses en diversos festivales, y este quizás fue el concierto que mas conectó con nosotros su directo. Sonido de menos a mas, Sharon den Adel se rodea de buenos músicos, entre ellos su esposo Robert Westerholt a la guitarra y coros. Metal sinfónico el de su último disco «Resist» con cinco meses de vida. Dedicaron cinco temas a presentarlo, aunque los que mas movieron a sus fans fueron «Angels» o la archiconocida «Faster». Terminaron bises con «Our Solemn Hour» y «Mother Earth»,y toda esa parafernalia que fluyó en el show, amén de vestuario que la propia vocalista diseña.
Cult of Luna los suecos nos introdujeron en unas atmósferas doom y a veces progresivas que te llevaban desde el desvarío a la mas absoluta calma. No conocíamos la banda aún así nos mantuvimos inertes escuchando su particular propuesta. Unas pantallas no le hubiesen venido mal al Ritual Stage por poner alguna pega.
King Diamond cuyo nombre verdadero es Kim Bendix Petersen, frontman, vocalista y ex de una mítica banda como Mercyful Fate. Dominador a la perfección de el falsete de su voz, excéntrico maquillaje, relator de historias con altas dosis de terror, hacen del músico danés, uno de los artistas de heavy y black metal más influyentes de las últimas décadas. Mercyful Fate en nuestra juventud significaron otro paso adelante. A la 1.30 de la madrugada salieron a escena, la luna en creciente.
Con poca batería estábamos en todos nuestros dispositivos incluido el principal nuestro cuerpo. King Diamond nos introdujo al St. Lucifer´s Hospital con un escenario tétrico a más no poder, se fue a 1986 con «The Candle», los guitarreos de Andy LaRocque nos sumergieron en «Vodoo». Nos sorprendió gratamente la voz que permanece invariable a través del tiempo. Han pasado trece años de la ultima vez con King Diamond, escena del ataúd, silla de ruedas, sangre y hasta invocaciones al diablo de la actriz-bailarina que acompaño al maligno, apenas han variado.
«Arrival» siguió el reguero de clásicos entre actos, así como no faltó «Halloween» que casi acabo con nuestras fuerzas. Otro tema de los clásicos que cayó es «Welcome Home» embebidos en el show llegaron «Burn» y la épica «Black Horsemen». Chapeau por el rey emérito del metal, todo un lujo su incorporación, el que tuvo retuvo…. abandonamos cabizbajos, reventados pero contentos por la sobresaliente edición de Resurrection Fest que habíamos disfrutado. deberían de vender un bono en caliente a la salida del último día de festival. De sobresaliente, mil gracias. Agradecimientos especiales a Rafa el puntal de taxista y a Marcos nuestro sherpa con tres ediciones en sus espaldas.
Por Jabier Rioboó-Ignacio Aguado
Si los astros se alinean correctamente los próximos días 1, 2, 3 y 4 de julio de 2020 ¡¡¡Nos vemos en Viveiro!!! Será el 15º aniversario.
