Ginger Baker uno de los baterías más brillantes y versátiles de la historia del Rock ha muerto a los 80 años. Su familia había hecho público anteriormente que estaba gravemente enfermo. Su página de Facebook dijo que «falleció pacíficamente» el pasado domingo 6 de octubre por la mañana.
Se llamaba Peter Edward Baker, pero el color de su pelo hizo que todos lo conocieran como Ginger. O, más bien, su habilidad con los palillos: a los 80 años, murió el batería de Cream, legendario power trío que integró con Eric Clapton y Jack Bruce. Aunque su carrera posterior fue más bien irregular, el baterista dejó una marca indeleble en la escena del rock.
Peter Edward Baker, Ginger Baker, viejo gruñón inglés que vive en la actualidad en Sudáfrica, siempre fue un apasionado del Jazz, gran consumidor de sustancias psicotrópicas como el LSD o la heroína, genio en la técnica del “time”, o ritmo en la batería, además de componer o arreglar canciones, un músico realmente completo.
No dejes de ver «Beware of Mr. Baker», film documental sobre el batería de Cream, Blind Faith o BBB, Ginger Baker y dirigido por Jay Bulger, según muchos críticos musicales considerado como el mejor batería de la historia del Rock.
“Beware of Mr. Baker” es el título de uno de los mejores documentales musicales de la historia, estrenado en el 2012 aparecen nombres como Lars Ulrich, batería de Metallica, Johnny Rotten, Eric Clapton, Carlos Santana, su gran amigo Charlie Watts, Steve Winwood, Bill Ward (Black Sabbath), Nick Mason (Pink Floyd), Stewart Copeland (The Police), Neil Peart (Rush) o Chad Smith de The Red Hot Chili Peppers, hablando de la fuerte personalidad e influencia de Ginger Baker, y en el que se cuentan varias anécdotas relacionadas sobre el miedo que le profesaban tanto Eric Clapton como Mick Jagger, al que llegó a reírse en actos públicos varias veces.
El riff es harto conocido, esa cadencia bluesera que se resuelve en los dos primeros tiempos del compás y deja la otra mitad libre para que algún instrumentista lo complete con un breve estallido virtuoso. Allí, Baker parece arrebatarles el momento a sus compañeros de banda, no para ensayar un patrón a toda velocidad sino para marcar el pulso con dos golpes secos, rústicos y de swing maniatado, como los de un rey Zulú que hace tronar su bastón en medio de la selva para atemorizar a propios y ajenos. Eso sería en «Hoochie Coochie Man» en la versión de The Graham Bond Organisation, la primera grabación oficial de Ginger Baker.
Apenas tres años y misma cantidad de discos le bastaron a Cream para convertirse en el paradigma del power trío. Entre el blues valvular, la lisergia y el hard rock, pisarían fuerte en la era dorada de la psicodelia, especialmente con el indispensable Disraeli Gears (1967). Allí, Baker, un beatnick con batería, sacaba a pasear sus rudimentos jazzeros a los que parecía inyectarles esteroides y suplementos vitamínicos. De ese disco, los tracks iniciales «Strange Brew» y «Sunshine of Your Love» se convirtieron en arquetipos de composición. En la segunda, de hecho, puede rastrearse el germen del heavy metal que Deep Purple, Led Zeppelin y Black Sabbath definirían en la década siguiente. En el lado B, «Tales of Brave Ulysses» aportaba épica para que, años más tarde, los progresivos ortodoxos explotaran la faceta entre historias de reyes polígamos y viajes al centro de la tierra.
Pero las personalidades de los miembros de Cream harían estallar el grupo más fuerte que Ginger Baker a su redoblante. Después de Wheel of Fire (1968).
Aunque en los años posteriores a Cream Baker no lograría dar con proyectos que generaran demasiada repercusión mediática, nunca dejó de estar en movimiento. Integró Blind Faith con su compañero Eric Clapton, fundó Ginger Baker’s Air Force y en 1971 se embarcó en la colosal tarea de instalar su estudio de grabación en Lagos, Nigeria. A pesar de las dificultades técnicas, el estudio abrió sus puertas en 1973 y ese mismo año albergaría a Paul McCartney para que, como parte de Wings, grabara Band on The Run. Durante su estadía en Nigeria, Baker también se dio el gusto de tocar y grabar con Fela Kuti, el padre del afrobeat y una suerte de gurú para cualquier músico occidental apasionado por las polirritmias africanas.
De allí en adelante, la carrera de Baker se volvería cada vez más volátil. Un año con Hawkwind en los 80, similar período de tiempo con Masters of Reality en los 90 y lo mismo con el regreso de Cream, en 2005. Los problemas de salud, además, empezaron a aquejarlo y a potenciar su vehemencia. En 2013 le diagnosticaron una obstrucción pulmonar crónica, aunque eso no impidió que siguiera tocando con sus diferentes proyectos. DEP,