El pasado sábado 9 de noviembre tuvimos el honor de presenciar el último concierto de Dan Baird and The Homemade Sin en nuestro país, esta vez en la sala Upload de Barcelona.
Tras anunciar que se alejaba de los escenarios hace dos años a causa de una leucemia, el pionero del cow punk ha decidido retirarse finalmente después de terminar esta gira con The Homemade Sin y con The Yayhoos a principios del próximo año.
Con una sala repleta para despedir a la formación como se merece, salió a escena Dan Baird, con su inconfundible sombrero de copa y tan bien acompañado como siempre a lo largo de su carrera: su Fender Telecaster y una banda incombustible. El guitarra Warner E. Hodges (Jason and The Scorchers), inseparable de su guitarra, que casi forma parte de él, Sean Savacool al bajo como última incorporación y el gran Mauro Magellan, que, junto con Dan, son los únicos miembros de la formación que formaron parte de The Georgia Satellites.
Esta vez llegaban presentando su último trabajo, ‘Screamer’, que fue grabado durante el período de tiempo de recuperación tras serle diagnosticada la enfermedad, y que deja muy claro que Dan Baird es uno de esos pocos tipos auténticos e imparables de verdad, el rock and roll en carne y hueso.
No cabe duda de que todo aquello que hace Dan Baird tiene su sello personal, tanto con The Georgia Satellites, The Yayhoos, The Homemade Sin o con cualquiera de sus tantas colaboraciones, y esta vez no fue menos. Dan salió descargando energía desde el primer momento, con un repertorio de nada más y nada menos que dos horas, en el que no faltaron maravillas como el archiconocido ‘Keep Your Hands to Yourself’ de The Georgia Satellites, ‘All Over But The Cryin’, un fantástico ‘I Love You Period’ con Dan y Warner E. Hodges a la voz. Sin descanso entre canción y canción, tan pronto interpretaban algunos de sus temas míticos como incorporaban clásicos a modo de introducción, como Ramones o Led Zeppelin.
Esta fue una de esas despedidas por todo lo alto: Dan Baird & The Homemade Sin nos trajeron un directo escandalosamente bueno, donde la banda no solo salió a interpretar sus temas, sino que nos transportó a otro nivel, donde el rock and roll es de verdad y se unen la pasión por la música, actitud y humildad. Nada más acabar el concierto, Dan bajó del escenario y se fue directo al puesto de merchandising.
Tras este concierto, sólo se puede pensar una cosa: ojalá nunca nos falten músicos del calibre de Dan Baird.
Gracias por tu música, Dan.
Texto por Belén Mena y fotos por Xavi Mercadé.