Una de las paradojas de este negocio es esa especie de maldición que sume en el más absoluto ostracismo a muchos artistas donde en vida navegan por un mar donde el reconocimiento y la gloria les he negado y años después en su ausencia cobran un valor y un reconocimiento. El británico Joe Wilkes bebe en primera persona de uno de esos músicos de culto, maldito en vida y con un reconocimiento años después, el también británico Nick Drake; mezclando en su particular coctelera musical ese folk intimista británico marinados con los giros más actuales de eso que se llama Americana.
«Spotlight» (2006), «Here On This Frontline» (2009), «Looking For The Grave of Garcia Lorca» (2012), «Japanese Elvis» (2018) y el reciente Ep « The Seven Gypsies» (2019), cuatro temas tradicionales, cada una con una historia diferente sobre las Islas Británicas, son su particular aportación a este invento.
No es la primera vez que se deja ver por estas tierras; su primera vez se remonta a mediados del 2011 en el Café Teatro y desde ese día ha vuelto en varias ocasiones cerrando el circulo con esta en este 2019, entre medias en 2013, sufrió una lesión en la mano izquierda que le impidió tocar la guitarra y que motivo que aprendiera a tocar el piano para al año siguiente realizar varios conciertos en Nueva York usando el piano por primera vez y la guitarra a los que se añadió una gira por Europa posteriormente.
De él cuentan que es una especie de «anarquista melódico», por su capacidad de retratar y criticar «la extrañeza y la injusticia que pueblan nuestro día a día…», músico singular de esos que llevan un cierto aura de grandeza pero que pasan desapercibidos para la masa de la gente….una pena por ellos, pero un lujo para quien lo disfruta.
Texto y fotos por Jesús Díez.