De cuatro en cuatro años los de San Francisco Vetiver vuelven a sorprendernos con un nuevo disco, «Up on high» tras «Complete Strangers» (2015), en el que Andy Cabic, líder de la banda, demuestra que la formación no ha perdido ápice del talento que atesora desde su, lejana ya, irrupción en el panorama musical en 2006 con el álbum homónimo «Vetiver».
Otro nuevo disco cargado de nostalgia y melancolía, resume bastante bien la poliédrica personalidad de la banda originaria de San Francisco.
Vetiver ha estado arando un surco rústico durante más de quince años, y aunque su anterior trabajo exploraba un sonido más electrónicoy místico, nunca se han alejado de sus raíces campechanas. Como resultado, el álbum ha vuelto a una interpretación más simplista de sus raíces y sin pretensiones.
No hay nada en «Up On High» que asuste a los caballos. Este es un trote de cuarenta y tantos minutos a través de un campo muy, muy agradablemente familiar. Lo que puede sonar como una punta del sombrero hacia lo bueno «lo suficiente es lo suficientemente bueno», pero realmente no lo es. Es un reconocimiento de que todos somos personas simples de corazón y, a menudo, darnos lo que realmente queremos es la clave.
Mientras que los álbumes anteriores han sido en comparación desiguales, «Up On High» ofrece consistencia. Una consistencia de alta calidad con composiciones ajustadas y enfocadas. En igualdad de condiciones, este debería ser el lanzamiento que les permita tener una audiencia más amplia. Muy buen trabajo de Vetiver.
