Cuenta Carlos Yáñez, para esta ocasión Charly Riverboy que lo que más le gusta de la música «es componerla»; y añade que las canciones que va haciendo es este nuevo proyecto «me van gustando mucho, no paro de aprender, y, además, he tenido la suerte de encontrar muy buenos compañeros que ayudan a que todo esto acabe en éxito personal, lo demás va y viene, el arte primero».
Sevillano, orgulloso de pertenecer a esa escena sevillana, ciudad donde un buen número de formaciones o de proyectos abundan: Pájaro, Little boy Quique, All la Glory, Derby Motoreta, Los Labios, Groal, Kid Carlos, Alvarito Suite, Oh Sister, Quentin Gas, y muchos otros, sus inicios se cristalizan en Mula Jam Band, hasta desembocar en The Milkyway Express. donde lleva una carrera que se remonta a trece años atrás y con los que han editado cuatro trabajos. Riverboy es la apuesta en solitario de este sevillano que a simple vista no se le relacionaría mucho con esa idea de señorito andaluz que tenemos idealizado en estas provincias castellanas (aunque en mi defensa seguro que ni ellos mismos lo asocian a ella); y que le permiten que vean la luz en montón de ideas que bullían por salir de su cabeza en forma de once temas y en donde se aleja más de las lineas de los Milkyway, para acercarse a unas tierras irlandesas a donde le gustaría en un futuro perderse, al fin y al cabo en el fondo se considerase un poco «irlandés de adopción, por sus amigos irlandeses en Sevilla, con los que se junta a veces para beber por el centro de la ciudad», como comentaba en una antigua entrevista.
Comento que el Patio Corsario podría ser uno de los sitios más bonitos donde ha tocado…no se si de belleza física, pero sin duda esta cargado de encanto, con ese patio, esos arboles, las plantas y esas desconchadas cuatro paredes que lo cierran; y con cientos de historias que desde hace treinta y siete años, la compañía profesional Teatro Corsario atesora entre esas paredes. Nos presento ante un patio lleno su primer trabajo, ese homónimo «Riverboy» (2019), un trabajo donde tanto los Kinks como el folk inglés, o influencias americanas, lo sobrevuelan, rock barnizado de psicodelia norteamericana y pinceladas de folk inglés.
Y tanto era las ganas y lo bonito del lugar y lo bien que lo estábamos pasando en una tarde-noche de finales de Agosto, que ni siquiera la lluvia, esa que en Sevilla es una maravilla, pero aquí, siendo necesaria, molesta bastante (más cuando al final son 10 minutos y ¡ya!), no se la quiso perder y apareció dispuesta a disfrutar de estos tipos que parecen llegados del otro lado del Atlántico dispuestos a comerse el Viejo Continente, pero que son más de aquí que las alpargatas.
Mientras no llego esa tan necesaria lluvia disfrutamos y al final nos quedamos con las ganas de mucho más, que a buen seguro lo tendremos algún día….más pronto que tarde.
Texto y fotos por Jesús Díez.