Scott H. Biram conocido como The Dirty Ol ‘One Man Band, tiene una inclinación engañosa por las canciones sobre Dios, la religión y la espiritualidad acaba de publicar su colección de clasicos del gospel en «Sold Out to the Devil: A Collection of Gospel Cuts by the Rev. Scott H. Biram».
Scott H. Biram quien sobrevivió a una colisión frontal en un accidente de tráfico para regresar al escenario unas pocas semanas más tarde siempre ha tenido una inclinación por el gospel y country blues a fuego y azufre. Biram continúa minando la oscuridad en busca de las llaves para la salvación. Esta colección muestra a un Biram en su modo más mágicamente confuso: un rodillo sagrado al infierno si alguna vez hubo uno.
El gran hombre banda publicó este mismo año un single en el que Scott H. Biram y Jesse Dayton se metieron en el estudio junto a al contrabajista Christopher Lee Rhoades y el batería Justin Collins para grabar un single compuesto por dos canciones escritas por los proscritos David Allan Coe y Gary Stewart.
Impulsado por pisotones de pie, armónica y chasquidos que sostienen los ladridos del predicador de medianoche ofrece esta epresentación del fervor religioso y el aprecio por la música tradicional gospel, haciéndolos girar de la manera perversa e infernal que solo él puede. «Sold Out to the Devil» es una colección de ese lado particular de Biram, temeroso de Dios.
Repetidamente pide un amén, pero con tanto fervor que no es una solicitud, sino una orden. El sentimiento resonará con cualquiera que haya estado en un servicio religioso sintiendo que el juicio se irradia desde el púlpito.
Como cualquier gran artista de gospel, Biram puede conjurar una orquesta con solo sus manos y su aliento. Plegarias de Scott H Biram con esa voz macerada en alquitrán, alcohol y gravilla, convirtiéndolo en ocasiones en aullidos de motosierra e imprimiendo latigazos a su guitarra, al mismo tiempo que maltratando con sus botas la caja de ritmos, exquisito y bastardo de principio a fin con su lluvia negra y sucia, flotando siempre a medio camino de lo fascinante a lo sublime.
