Un concierto muy esperado el de Tyler Ramsey en Madrid. Sin duda las expectativas eran muy altas en ésta, su primera gira peninsular. Entradas agotadas y una multitud de gente abarrotando el incómodo Café La Palma en otra fantástica noche de Momentos Alahambra.
Nosotros tras salir minutos antes de un concierto de esos mágicos en los que todo el mundo sale con cara de felicidad con Giant Sand en el Café Berlín, donde Howe Gelb se las arregló para convertirlo en una reunión íntima con su gran personalidad llenando cada hueco en una noche realmente majestuosa. Esperábamos que Tyler siguiera incluso mejorando la noche del viernes.
Como apetitivo antes de Tyler, disfrutamos de Maren. La del barrio de Kotarro en Euskadi, una promesa y talento, mostró esa poderosa voz que tiene, repleta de registros que se te metía dentro y no te soltaba, mientras su guitarra resumía sentimiento de la primera a la última nota. Estaremos atentos a su carrera. Con unos tintes a lo Anni B Sweet, Alondra Bentley, Russian Red, o incluso a la más comercial, Julieta Venegas. En resumen, de esas voces aterciopeladas femeninas que te acunan convenientemente.
Velada de emociones la de Tyler Ramsey en Madrid, su directo trajo una bipolaridad tonal impresionante por parte de este venerable virtuoso, que empezó tanteando el terreno instrumentalmente con alguna de sus composiciones a la guitarra y en solitario.
Tyler Ramsey, no tenía nada que demostrar cuando optó por poner su carrera en solitario en segunda línea y unir fuerzas con Band of Horses durante 10 años. Durante aquella etapa fue capaz de estimular aún más su creatividad al hacer importantes contribuciones al repertorio de la banda, pero en 2017 se hizo evidente que el larguirucho cantante y guitarrista prefirió seguir grabando por su cuenta sus tristes baladas. Tyler un tipo bastante emocional, lanzaba el pasado mes de abril, «For the Morning«, su cuarto disco en solitario y el primero desde 2011, en el que los seguidores del sonido más sereno e iluminado por las estrellas de «Infinite Arms« encontrarán mucho que degustar dentro de sus maravillosas 10 canciones. Diez cortes que se desbordan suavemente con melodías memorables, armonías vocales exuberantes, guitarras con raíces y un estilo de producción que se instala como una cálida noche de verano.
Una noche de ensueño que encontró al mundo contando con sueños que se sembraron durante una hora exacta de Tyler Ramsey en Madrid quien transmitió una sensación de circunspección silenciosa con un sonido letárgico, pero envuelto por una belleza sin aliento demasiado tangible para negar con una banda de acompañamiento realmente apabullante compuesta por Brian Landrum a la guitarra y más que delicioso pedal steel, David MacInnes al bajo, y coros y Kevin Rumley a la batería.
De hecho, Ramsey tuvo esa capacidad de atraer a su público en Madrid a compartir su soledad, y una vez atraídos dentro de ese caluroso entorno e íntimo en el Café la Palma, estuvieron comprometidos, instalados y contentos para poder reflexionar sobre cualquier paisaje sentimental aquella noche.
Y hablando del garito, se nos antoja inconveniente para alguien de la talla de Tyler que bien podría haber llenado un teatrito, gozando él de la acustica y nosotros, adicionalmente, de la comodidad. Ahí damos un pequeño tirón de orejas al evento.
El caso es que la noche fue bonita para los fans de Tyler, para los seguidores de Band Of Horses y para los discipulos Crosby, Still, Nash & Young. Ya que por momentos el sonido de Ramsey recuerda a tan deliciosos clásicos. Como si los hubiera pasado por la batidora junto a Kurt Vile, dándoles un toque de Jack Johnson y descargando destilado un producto preciosista que nos regalo los oídos. Con cuatro discos en la cartera y un futuro por delante en el que a buen seguro meteremos a este potro desbocado, el que dejo la manada de los Horses para seguir su sobrado talento, en el mismo saco que los Israel Nash y los Nathaniel Rateliff. Salud!
Fotos y vídeo: Ana Hortelano, Javier Naranjo.
Texto: Carlos Pérez Báez, Javier Naranjo.