Corría el año 1981 y estos tipos llamado Hoodoo Gurus ya andaban dando la murga con sus guitarras por algún destartalado garaje de Sidney (Australia), así que llevan casi cuarenta años sobre los escenarios y en todo este tiempo solo se han dejado ver por estas tierras unas cuatro veces y, según cuentan, en esta ocasión el festival leones era la escusa perfecta para montarse una gira que les ha llevado por unos cuantas ciudades españolas, Valencia, Madrid, Vitoria junto a León han sido las afortunadas.
Su primer trabajo editado apareció en el año 1984 «Stoneage Romeos» y desde esa fecha han sido artífices de un cancionero infalible, lleno de pequeños himnos; «Leilani», «Tojo», «My Girl», «I Want You Back», «Bittersweet», «Like Wow – Wipeout!, o «What’s My Scene?», su mayor éxito en las listas de sencillos en el año 1987. Después de un pequeño parón entre los años 1998 y el 2003, la banda vuelve a juntarse para satisfacción de sus innumerables fans, y para confirmar que para muchos, en especial para los que nunca hemos sido muy seguidores de los otros australianos celebres, AC/DC que los de Sidney pueden llevar, con orgullo, ser la más célebre banda australiana.
En esta edición el festival leones estrena nuevas ubicaciones, del pequeño pero entrañable Pabellón CHF, se han trasladado a un majestuoso Palacio de Congresos, uno de esos edificios que pueblan la geografía nacional de la época esa de la que todos eramos ricos….enorme no es, es lo siguiente, un vestíbulo muy, muy grande rodeado de cristaleras de colores, eso si muy bonito, pero que despierta el recelo ante el posible sonido que encierre. Las dudas se resuelven a las primeras de cambio, y es una agradable sorpresa, el sonido es perfecto, y el trato de la gente que organiza este festival esquisto, como ha sido siempre…más de uno tendría que tomar ejemplo de ese festival, por el tacto y sobre todo por una programación cuidada y mimada.
Después de su tiempo de parón y la vuelta a la carretera, los de Sidney no han sido muy prolíficos a la hora de encerrarse en el estudio, «Purity of essence»(2010) su ultimo álbum solo ha sido correspondido por «Gravy train» (2014), un Ep de cuatro canciones, así que mucha gente tenia ganas de ver el estado de forma de los australianos y de disfrutar con ellos. Eran el plato fuerte de esta XXXI Edición del festival leones y no defraudaron para nada, con ese cóctel que se desliza entre el power-pop, o el garaje con pinceladas de hard-rock, y que siguen defendiendo como nadie; todo ello envuelto con el buen rollo que se veía sobre el escenario. Un siempre sonriente y simpático Dave Faulkner, voz y guitarra; junto a sus antiguos compañeros de antaño, Richard Grossman al bajo y coros, y Brad Shepherd a la guitarra, voz y armónica, y la reciente incorporación a la batería de Nik Rieth, un tipo de golpeo poderoso y enérgico, son sus integrantes en esta visita teñida de purpura.
El tiempo corre, por momentos muy deprisa, y hace que perdamos cosas, aunque también ganamos otras, en parte para compensar….lejos quedan esas melenas que algunos de sus miembros lucían en las portadas de sus primeros discos, pero nos quedan temazos clásicos como «I Want You Back», «Death Defying», «Mars Need Guitars», «My Girl», «What´s My Scene», «Cracking Up», «Bittersweet», «Come Anytime», «Tojo», «1000 Miles Away», «Out that door», «In the middleof the land» , su super-éxito, «What´s my scene» o su primer single, «Leilani», para compensar ese inevitable paso del tiempo, y que sonaron, para goce nuestro, en una noche muy fría y con niebla en la ciudad de León, pero calurosa y llena de vida dentro de este vestíbulo.
Se retiraron, un poco a la francesa, pero volvieron al rato, acompañados por Keith Streng, el guitarra de los Fleshtones, que comentan debe de andar de turismo por aquí, porque les ha debido de acompañar en esta mini-gira, (por Madrid también les acompaño, como cierre, Dom Mariani de The Stems); para entre, algunos problemas con la guitarra, sacarse de la chistera dos o tres de sus celebres temas que incluyo el festivo (¿tienen los de Queens alguna que no sea festiva?, «Pretty Pretty Pretty», para acabar bajando al foso y perderse al fondo del vestíbulo, llevado en volandas por la gente, arriesgando a sus 64 años. Al final nos quedo una sensación de felicidad, yo creo que compartida por muchos, y es que Hoodoo Gurus cerraron un festival con una muy alta nota y donde derrocharon simpatía sobre el escenario, honestidad y nos recordaron un buen puñado de canciones que después de muchos años siguen sonando muy frescas e imperturbables al paso del tiempo.
Texto y fotos por Jesús Díez.
