Existen artistas capaces de convivir muy dignamente en la fina linea que separa la comercialidad peor entendida de lo alternativo. Quique González quería hacer algo diferente con “Las palabras vividas”. Su nuevo disco publicado este año y que presentó en el majestuoso Palau de la Música en Barcelona el pasado 27 de noviembre, dentro del Festival Mil·lenni.
Disco, “Las palabras vividas”, cuyas letras escribió íntegramente el poeta granadino Luis García Montero, escritor que pertenece a la generación de los ochenta o postnovísimos dentro de la corriente denominada poesía de la experiencia. Quique acompañado de 5 magníficos músicos ofreció un concierto lleno de sensaciones, distinto en sonidos y distinto en formato de canción, con una paisaje sonoro es diferente.
Grabado en Garate Studios, perdidos entre las montañas que rodean Andoáin (Guipúzcoa), con producción de César Pop, Toni Brunet y Diego Galaz, acompañados por dos músicos como son Pablo Navarro y Edu Olmedo se grabó “Las palabras vividas”, disco en el que Quique ha decidido levantar el pie del acelerador para sí estar en otros sitios.
Conquistado como siempre el público de antemano, cuando logró arrancar tras varias canciones en Barcelona, demostró por qué ha llegado a ser tan querido. Ahora con esta propuesta tan personal, un recorrido hacia su yo más íntimo en palabras de un poeta. Quique desgranó casi “Las palabras vividas” al completo, junto con otras canciones de su discografía en un concierto çon enganche a medida que iban pasando los minutos dentro de esa apariencia minimalista.
En su discurso final, llegaron los clásicos «La casa de mis padres», «Dallas-Memphis», «Salitre» y «Aunque tú no lo sepas», inspirado en el poema de García Montero y que González compuso hace más de 20 años para Enrique Urquijo.
Dije unos párrafos ahí arriba que Quique era tan querido, por esa sensación de ir tan a lo suyo, por ese discurso tan propio, continuista y cotidiano, atadísimo a su voz. Quique González pude permitirse el lujo de sobrevolar la superficie de sus discos, arañarles una destacada selección de canciones y salir por la puerta grande como ocurrió en Barcelona.
«Las canciones son tristes, cuando pierden su dueña. Y el alma termina así como suele.Y todo me duele, a puerta cerrada, todo se acaba, se acaba, se acaba».
Texto y vídeos por Carlos Pérez Báez y fotos por Desi Estévez.
