El segundo disco de Marcelo Calabria con su proyecto Valdés contiene todo ese talento que demuestra junto a Los Barones. Pero Marcelo en solitario no bebe del Rock duro del grupo que forma junto a su padre, Hermes Calabria, y sus amigos Sergio Rivas y José Luis Campuzano “Sherpa”. Ni siquiera de Barón Rojo, aunque haya crecido escuchándolos y se sepa de memoria sus clásicos. De hecho, la amalgama de sonidos que recorre este interesante álbum –Pop con clase, unas pocas esencias sureñas y Rock clásico entre otras- conforman una obra que merece escucharse detenidamente.
Entre otras cosas, encontramos a un vocalista más que solvente y sobre todo, a un buen letrista que habla de sí mismo en “Yo sólo quiero”, se dirige a ti en “Tu océano infinito” y reivindica un mundo más justo en “Somos los buenos”. No falta en esta última canción una velada referencia a Bob Dylan y esa respuesta que flota en el viento. Reivindicando sus influencias –las huellas de Los Secretos o Nacha Pop planean entre sus surcos-, añade una versión de “La última montaña” de Antonio Vega.
También cabe añadir la colaboración de los antes mencionados Hermes y Sergio mientras que la acertada producción corre a cargo de su hermano Martín. Y es que aunque todo quede en casa, este viajero con tantos colores como inquietudes sigue su propio camino cuando la banda se toma un respiro.
Foto por Federico Navarro.