Murió el batería de Rush, Neil Peart

Neil Peart, virtuoso batería de Rush sucumbe ante el cáncer que lo apartó de los escenarios en 2015 y fallece el pasado martes 7 de enero a los 67 años edad según han informado componentes de la banda.

El ex integrante de Rush murió tras una lucha contra el cáncer cerebral, que padecía desde hace tres años. Considerado uno de los mejores baterías de la historia del rock, con un estilo extravagante pero absolutamente preciso, se unió al cantante y bajista Geddy Lee y al guitarrista Alex Lifeson en Rush en 1974. Su virtuosa interpretación y letras literarias, que se basaron en Ayn Rand y en la ciencia ficción, entre otras influencias, ayudaron a hacer del trío una de las bandas más reconocidas a nivel mundial.

Peart se retiró del grupo después de que tocar en su último show el 1 de agosto de 2015, en el Forum en Inglewood, California. Dos años antes fue incluido en el Salón de la Fama del Rock and Roll.

Recuerdo que a Rush muchos, los solían poner en la estantería del rock pesado, aunque lo suyo se alejaba un poco de los pilares que conformaron Led Zeppelin, Deep Purple y Black Sabbath. Había evidentes nexos con el rock progresivo, aunque tampoco podía pegárselos a Yes, Genesis, Emerson, Lake & Palmer o King Crimson. Rush eran Rush, un grupazo. Una banda que te podía clavar una larga suite con el 2112, pero también capaz de firmar un tema apropiado para las masas como “Tom Sawyer” o “The Spirit of Radio”.

Una banda de rockeros virtuosos: Lee y su envidiable bajo Rickenbaker, Lifeson y su estilo poco pirotécnico pero demencial… y la bestia detrás de la batería con mayor cantidad de cascos, platos y adminículos que pudiera encontrarse en el género. Neil Peart se sentaba en su banqueta pasando por un mínimo espacio entre toda la parafernalia, pero tarde o temprano, en algún momento, siempre terminaba tocándolo todo. Hay toda una biblioteca sobre la necesidad o no de los solos de batería, pero Neil provocaba tal asombro en su precisión, su sentido del ritmo, su musicalidad y solvencia que daba gusto verlo y escucharlo.

La historia de Neil Peart estvo enmarcada en tragedias familiares: su primera esposa, Jacqueline, murió de cáncer en 1998, tras más de 20 años de casados, y apenas 10 meses después de que su única hija, Selena Taylor, muriera en un accidente automovilístico. Pear volvió a casarse en 2000. El músico volvió a levantarse y se refugió en la música y, aunque se lo elogiaba principalmente por su destreza. Buen viaje, Neil.

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