El músico de Kentucky, Sturgill Simpson volvió a pisar Vicar Street el pasado 1 de febrero, su anterior visita la hizo junto a John Prine en agosto de 2017, en un formato estrictamente country, sin embargo los tiempos han cambiado, y eso pareció avisar Simpson con la publicación de su último álbum Sound & Fury el pasado otoño. Si en sus anteriores trabajos había transformado su música en una suerte de Country Psicodélico ahora el respetable no sabría por dónde vendrían las balas. Nada más pisar el escenario en compañía de su banda y antes de interpretar una sola nota se dirige al respetable para decir que “primero tocaremos el último y estúpido álbum de rock que hemos hecho y luego tocaremos las canciones Country que habéis venido a escuchar”. Declaración de intenciones de alguien ya demostró en su momento alejarse del rebaño y de toda escena comercial. En definitiva, Sturgill va por libre.
Así que la primera hora consiste en tocar el álbum Sound & Fury completo en el orden original en un escenario con una iluminación de color rojo fija que se mantendrá toda la noche sin variaciones. Dicho así suena muy simple, pero lo cierto es que Simpson y su banda te sitúan en el infierno desde el comienzo. La banda certera y contundente, con un Simpson que escupe sus letras con la vena del cuello hinchada como si tuviera delante a aquellos a quien realmente critica en Sound & Fury, ya lo dice, Make art not friends. Desde la intro con Ronin hasta Fastest horse in town Simpson demuestra que no solo es un cantante que se deja nada sino que es un excelente guitarrista, demostrando tanta destreza como fiereza a la hora de atacar los temas que se suceden uno tras otro sin apenas respiro ni agradecimientos, nada que agregar. Brutal.
Para la segunda parte del set aparecen sus temas más conocidos de sus discos anteriores, dejando espacio a un lucimiento vocal extraordinario en números como I’d have to be Crazy, Sarah, la siempre deslumbrante The Promise, incluso una magnífica versión del Bell bottom blues de Derek & the Dominos, y una no menos extraordinaria You dont miss your water que nos lleva desde Vicar Street hasta los Stax en Memphis, si bien los temas suenan más sucios el público ha sido atrapado para siempre en la red de un ensamble tan indefinible como indescifrable de rock, soul, country, blues y psicodelia.
Y es que eso es lo que parece pretender Simpson, no ofrecer pistas. Es una rara avi, un cuerpo extraño sumergido en una industria de la que ha decidido apartarse por querer jugar a otra cosa, a su juego, a no ser una marioneta del sistema. Ahora tiene un espectáculo difícil de asimilar para algunos, él seguro sonreirá cuando al público no le encaje, porque ese será su triunfo.
Sturgill “OVNI” Simpson. Seguimos aturdidos por el impacto que el genio de Kentucky nos despachó en su último concierto de su gira europea en Dublín. Vamos a tardar tiempo en recuperarnos para poder escribir algo con sentido de un show que ha visitado todos los géneros que nos apasionan con una desvergüenza propia de los iluminados a los que se la suda lo que opine el resto. Y nosotros decimos: ¡amén!
El penúltimo álbum de Sturgill Simpson, A Sailor’s Guide To Earth, publicado hace cuatro años fue una carta de bienvenida conmovedora, expansiva y personal a su pequeño hijo. Fue su primer gran paso lejos de los mundos tradicionales del country, y demostró que era alguien preparado y capaz de seguir a su musa e imaginación, con poco tiempo para ser encasillado en un género.
En Dublín como en su apocalíptica portada de su nuevo disco Sound & Fury (2019), roja, con ese coche muscular y amenazante y explosión apocalíptica tomó ese soplete impetuoso. Sintetizador glamuroso a modo discoteca completa, como ZZ Top de la década de los 80, y funk-rock a tuti plen. Todo eso es irrelevante para comprender y disfrutar este álbum, si no lo ves en concierto. All Said And Done.
Esta vez ha elegido vestirse de manera diferente y desafiante. Ha elegido una paleta sonora adecuada para que coincida con la intensidad y la columna vertebral de esas diez grandísimas canciones y, en ese sentido, Sound & Fury es un fantástico disco.
Y la noticia confirmada por el propio artista sobre el escenario del Vicar St: En verano lo tendremos por España. El propio Sturgill comentó que quería «mear» y descansar en nuestro país. Lo más probable es que es que Sturgill Simpson actúe en el Mad Cool Festival en Madrid el próximo mes de julio, única fecha europea. Make Art Not Friends.
Texto por Patricio González Machín, Javier Naranjo y Carlos Pérez Báez. Fotos y vídeos por Javier Naranjo.