El mundo está hecho una mierda pero los X regresan con nuevo disco titulado «Alphabetland» 35 años después y con su banda original compuesta por Exene Cervenka, John Doe, Billy Zoom y DJ Bonebrake tras su último disco “Ain’t Love Grand” en 1985.
Originalmente «Alphabetland» estaba previsto que se estrenara el próximo verano, pero ante esta situación de la pandemia y medio de este caos ante el que se enfrenta el mundo, decidieron adelantar su fecha de publicación a este 22 de abril con los 11 temas que componen el disco, escritas en los últimos 18 meses.
Escucha el nuevo disco de X, «Alphabetland»
X, una leyenda en la ciudad de los Angeles. La ciudad incluso les otorgó un certificado oficial como reconocimiento y contribución a la música y cultura de su ciudad. X, fueron una de las bandas pioneras del punk rock en la costa oeste desde mediados de los 70. Por donde quieras que vayas siempre te encontrarás con el logo de la banda, o cualquier título suyo expuesto en cualquier lugar. Este 2020 celebran también el 40 aniversario de su álbum debut «Los Angeles». Disco que los catapultaría directamente hacia la fama con Ray Manzarek de The Doors produciéndolos e incluyendo también uno de sus temas «Soul Kitchen».
Letras incendiarias, ritmo frenético, pero diferentes a sus coetáneos The Germs o Black Flag. X metían mas gasolina rockabilly en sus canciones, como unos Chuck Berry o Eddie Cochran desenfrenados. X jamás murieron del todo, a pesar de la enfermedad de Cervenka. John Doe se convertiría en un estrella del renacinente alt-country, y en actor apareciendo en películas, series de televisión o bandas sonoras. Cualquier canción escrito por John Doe siempre te lleva a imaginar un lugar y sus personajes, esa narrativa que definitivamente sólo lo encuentras en el country como inspiración. Doe es una especie de Tom Waits del punk rock californiano.
Curioso que fuera un festival country como el Farm Aid en 1985, quien predijo aún más terreno por conquistar por parte de X desde aquella oscuridad en el extremo izquierdo del dial hasta el el otro extremo. Un destino que la banda nunca alcanzaría en los 10 años y seis álbumes de su ejecución original, desde amanecer del punk en 1977 a sus años de resaca a finales de los 80. X maduró como banda punk de Los Ángeles a convertirse en una banda de rock estadounidense. Como ese Bruce Springsteen que pertenecía no solo a New Jersey, sino a todas las ciudades de un país donde Los tiempos fueron muy difíciles.
X, junto a grupos como Lone Justice, The Beat Farmers y Jason and the Scorchers, encabezaron en la década de los 80, un reencuentro con la música de raíces estadounidense junto con el country, el rock and roll primitivo y el folk, representando siempre en sus letras temas cotidianos como la angustia y las dificultades en cualquier sentido. Durante ese momento ayudaron a entablar una conversación punk con otras formaciones, como The Blasters por ejemplo, codificando una geografía cultural y musical a comienzos de los años ochenta. Aquel sonido mezclado como el cow punk se llevó a lugares donde nunca había estado. Fue el denominador común del gusto entre tantas tribus dispares de inadaptados en la ciudad de Los Ángeles.
John Doe se convirtió en el más visible y dotado de los compositores de la incendiaria escena punk de Los Ángeles de finales de los 70 y principios de los 80, para luego continuar en solitario, dando un giro a su carrera, decantándose por el country rock como en este nuevo trabajo en cinco años. Otro ángel caído, autor que con sus canciones te transporta directamente hacia el desierto, carreteras perdidas y el amor, gracias a ese viento desde los nogales (Hickory Wind) que te retorce las entrañas nada más escucharla, como Gram Parsons solía hacer.
John Doe, tras dedicarse a trabajar en solitario llama la atención de Dave Alvin para componer canciones a comienzo de la década de los 90, a partir de entonces publica una docena de discos y colabora con multitud de discos ajenos como compositor, incluyendo bandas sonoras para películas.
El nuevo disco recuerda más a sus dos primeros discos que los álbumes posteriores de las grandes discográficas. «Alphabetland» está libre de grasa y cartílago, todos sus músculos, y su retórica siguen siendo fiel al sonido áspero de esos primeros discos, como ahora con canciones de menos de tres minutos. X nunca tuvieron su gran éxito, probablemente nunca quisieron. Como en todas sus portadas, siempre enigmáticas, esa X, ese campo, esa cabaña, esa en la que podríamos estar nosotros en cualquier lugar de América. Gran disco y regreso de X.