El bluesman Lucky Peterson, un habitual en los festivales de nuestro país nos dejó ayer domingo para siempre. Criado en Buffalo, este fantástico guitarrista, organista y vocalista, llevaba siempre por dentro su música de raíces pero expresándola de una forma contemporánea. Con una discografía más que notable donde su música pasaba por del blues más clásico al góspel o al soul con la misma capacidad de emocionar.
El año pasado Peterson celebraba sus 5 décadas dentro del negocio con el disco «50 – Just Warming Up!» Un fantástico disco con un ritmo imparable, compuesto de bluesy otros en el que el blues se desplaza hacia el soul, el reggae, el funky o el gospel. Títulos que él mismo escribió o en compañía de otros músicos. El bluesman invitó a diferentes músicos a participar en algunos títulos, incluido el rapero francés Aelpéacha o en el mismo género, el estadounidense Jakk Jo.
Peterson era un ejemplo de esa sensación de avance sin perder el punto de las raíces del género. DEP