En 1975 Jethro Tull tenía siete álbumes a sus espaldas, dos de ellos con la etiqueta de obras maestras (Aqualung y Thick as a brick), a los que habían seguido otros dos muy discutidos (A passion play y War Child). Habían empezado a finales de los años 60 como una banda con inclinaciones al blues y en poco tiempo habían mezclado tantas influencias que ya no se sabía qué tipo de música hacían. Folk, rock inglés, música progresiva, música clásica (se habían permitido adaptar una pieza de Bach, «Bouree»), todo le valía a la personalidad aplastante de Ian Anderson para construir una banda única, sin referentes claros y con un sello personal inconfundible.
En ésas se descolgaron con «Minstrel in the Gallery», una obra que no tuvo el impacto de «Aqualung» o «Thick as a brick» pero que las iguala en incluso supera. Un trabajo de madurez en el que se condensan todas las claves de su música: las combinaciones de música acústica y eléctrica en un mismo tema, la expresiva voz de Anderson y su modo impulsivo de tocar la flauta, la guitarra innegociable de Martin Barre, una banda capaz de clavarte en la pared con su sonido y capaz también de acariciarte como una brisa, y ese aire medieval que se nota ya en el propio título («galería de juglares»).
Están también los textos de Anderson, a veces provocadores, a veces tiernos, exprimiendo la lengua inglesa para construir palabras nuevas, con hallazgos sonoros, asociaciones de ideas chocantes y versos llenos de música interna, entregados con esa dicción tan peculiar, como si las palabras se le engancharan y no acabaran nunca de salir.
Entre los siete temas del disco los hay que oscilan entre la relajación y la contundencia, como «Black satin dancer», piezas delicadas como «O requiem», e incluso una suite -«Baker St. Muse»- que se extiende a lo largo de casi un cuarto de hora y recuerda los largos desarrollos de «A passion play» y «Thick as a brick». Existen discos igual de buenos que «Minstrel in the Gallery» (1975) de Jethro Tull pero no mejores…
Escucha «Minstrel in the Gallery» (1975) de Jethro Tull:
NO MUSIC. NO LIFE. PLAY IT LOUD, MUTHA! FUCK YOUR SPEAKERS. MAKE ART NOT FRIENDS. MUSIC IS MEDICINE
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