La crítica musical consideró este disco como uno de los más flojos de Bowie cuando se publicó («Never let me down» estaba por venir todavía). No ha habido revisión de ese criterio como, por ejemplo, ha sucedido con el «Selfportrait» de Dylan, que ha pasado de ser una basura a una obra maestra, o con el pescado azul, que era malísimo para la salud y ahora es lo más sano. Es más, recientemente un grupo del llamado «indie» español lo ha incluido en su lista de los cinco peores discos de la historia del pop y el rock, lo que es ya una osadía mayúscula aunque en esa votación estuvieran excluidos los innumerables discos de indie español que podrían optar a ese reconocimiento.
De acuerdo que «Tonight» no está a la altura de sus grandes obras anteriores («Scary monsters», «Heroes», «Diamond dogs», «Ziggy Stardust», «Station to sation», «Young americans», «Low», son mis favoritos, por ese orden, si es que a alguien le interesa). De acuerdo en que arriesga menos, que es más facilón. Pero la pregunta es: ¿era obligatorio arriesgar?, ¿tiene una artista que reinventarse constantemente a sí mismo? Y en cuanto a ser música fácil de escuchar, ¿acaso no es eso el pop, por definición? Lo cierto es que «Tonight» se mueve en similares coordenadas al precedente y aclamado «Let’s dance».
Estamos ante un disco reivindicable, fruto del trabajo conjunto de Bowie con Iggy Pop: tres canciones son versiones de otras publicadas por la Iguana («Don’t look down», «Tonight» y «Neighborhood Threat»), y dos más están compuestas por ambos («Tumble and twirl» y «Dancing with the big boys», ésta última grabada en unas pocas horas mientras se tomaban unas cervezas en el estudio). Un par de versiones más («God only knows», de los Beach Boys, y «I keep forgettin'», de Leiber & Stoller para Chuck Jackson) y solo dos temas propios (el sugerente «Loving the alien» y el pegadizo «Blue Jean») componen un álbum muy fresco, con toques reggae, coros ocasionales de Tina Turner, rock and roll y pinceladas de la casa. Un Bowie maduro, nada experimental, haciendo lo que tocaba en ese momento, con una producción perfecta, sin los adornos vacuos que arruinaron muchos discos en los ochenta. Un Bowie en el que se miraron jóvenes músicos, como Jarvis Cocker, que estaban por construir momentos gloriosos del pop.
Existen discos igual de buenos que «Tonight» (1984) de David Bowie pero no mejores…
Escucha «Tonight» (1984) de David Bowie :
NO MUSIC. NO LIFE. PLAY IT LOUD, MUTHA! FUCK YOUR SPEAKERS. MAKE ART NOT FRIENDS. MUSIC IS MEDICINE
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