«No hay vida inteligente sin cultura»
La Moratalaz Blues Factory (MBFactory) ha congregado en sus años de trayectoria el talento de músicos, poetas, fotógrafos, pintores, cineastas, periodistas, escritores y activistas culturales de todo pelaje, bajo el denominador común del amor al arte y a su ciudad. Todos son, han sido y serán luchadores por la cultura en su sentido más amplio y liberador. Todos son, han sido y serán amantes del blues, de los libros, de las exposiciones, de las películas, de los museos, de las tiendas de discos o de las librerías de verdad.
Estos artistas y gentes de buen sentir han demostrado generosamente que no existe ni un átomo de ánimo de lucro en sus colaboraciones con este sueño insensato y alocado que se llama MBFactory, cuya única aspiración ha sido aportar alegría, conocimiento y vida cultural al barrio y a todo Madrid, con algunos hitos que rebasan las fronteras europeas.
Estos diseñadores de ilusión comparten el dolor de estas semanas y barruntan los desafíos que se asoman por el horizonte. La cultura está abandonada, porque “solo” ayuda a disfrutar, pensar y gozar la vida, y siempre queda arrinconada entre las prioridades de quienes rigen nuestros destinos. Los artistas son la vanguardia del pensamiento. Sería horrible que se concrete la amenaza ya esbozada y el poder sucumba a la tentación de dejar en la estacada a tan valiosos miembros de la comunidad. Una parálisis de la actividad cultural se convertiría en un drama añadido para la sociedad de nuestro país que no debería permitirse.
La cultura es una necesidad y no un lujo. Aquellos que la ven como capricho prescindible y superfluo, aquellos que dan la espalda al latido cultural de una calle, de un barrio, de una ciudad o de un país traicionan el verdadero espíritu de su pueblo. La cultura ha de ser lo primero y no lo último entre las prioridades de los gobernantes, sean del signo que sean. La vieja cita latina primum vivere deinde philosophari (“primero vivir, luego filosofar”) establece una rancia jerarquía que siempre deja de lado las prioridades culturales. España es una potencia mundial en desprecio y olvido a las gentes que se dedican a algo tan esencial. Ahora, cuando el dolor de las sucesivas crisis no ha acabado de aliviarse, parece acercarse la puntilla de una pretendida racionalidad que destroza la moral y vuelve a reproducir esquemas de un pasado estéril.
Necesitamos músicos y conciertos, cine y cineastas, libros y escritores, tiendas de discos y melómanos, librerías y libreros, editoriales y editores, actores y teatros. No pueden malvivir. Confieren dignidad a la sociedad de la que surgen. La responsabilidad sobre su devenir es de todos y no sólo de mandatarios ni gobernados.
La MBFactory lucha, ha luchado y luchará por defender los alimentos del espíritu y su bandera es la búsqueda de la belleza. Esa es la tarea que da sentido a nuestras vidas y más ahora que nunca. Sólo con la defensa de una digna estabilidad cultural podrán Moratalaz y Madrid defenderse del adocenamiento y la estulticia. No hay vida inteligente sin blues, sin música, sin arte, sin poesía, sin cultura.
Texto por Miguel López
Miguel López es periodista y autor de libros junto a Isabel López como «Viaje a Caledonia»o «Tom Waits. El Aullido de la noche», entre otros. También forma parte del equipo organizativo de la Moratalaz Blues Factory. Además es redactor y colaborador de Dirty Rock Magazine. En definitiva, un enamorado del Blues y de la buena música.