Que Dios o cualquier otra de sus representaciones es de derechas es algo más que evidente, que no es muy amante del arte también, excepto si se trata de arte sacro o de levantar catedrales o ermitas en los sitios más complicados en su honor, y que la música no es muy de su agrado, más de lo mismo, a no ser que sean los cantos gregorianos o la canciones de Maria Ostiz….la música, al fin y al cabo, no deja de ser una manifestación del diablo, entretenimiento de vagos, maleantes, degenerados, negros, maricones o gente de mal vivir. Asi que a la par de una pandemia que nos ha encerrado y enmascarillado desde el inicio de este 2020, para rematar este mini SmallTown nos ha enviado una ciclogénesis explosiva, curiosamente bajo el nombre de «Alex» para acabar de enredar todo en este inicio del otoño. Afortunadamente la gente responsable de esta festival de Tierra de Pinares, que ya a estas alturas, ha colocado el listón muy elevado para el resto de festivales que intentan ser la referencia de los que se celebran dentro de esta provincia, y uno de cuyos responsables responde al nombre de Alex (como la ciclogénesis), tenían un plan «B» que funciono muy correctamente y los cartagineses de la Bantastic Fand, pudieron, por fin, cumplir su deseo de tocar por estas tierras, después de su aplazamiento meses pasados, y demostraron que «se pueden escribir grandes canciones intemporales, sin pretensiones ni alardes, tan solo deseando emocionar al oyente y poder seguir viviendo de ello», y despues de escucharles puedo asegurar que nos emocionaron y se confirmaron como una de las formaciones más interesantes que han pasado por estas tierras en muchos años.
Rock atemporal de hermosas armonías vocales, que se reflejan en sus tres trabajos: «Strong Enough To Refuse» (2014), «Welcome To Desert Town» (2016), y el reciente «Somebody’s World»(2019); trabajos exquisito que persisten en recorrer los caminos más personales de lo que entendemos por Americana. La formación cartago-almeriense la integran Nacho Para, a la voz, acústica y armónica; Paco del Cerro, voz y batería; Fernando Rubio, voz y guitarra eléctrica; Carlos Campoy, piano y hammond; Chencho Vilar al bajo y Paloma Del Cerro a la voz y percusiones. Una formación que a lo largo de estos años ha ido labrándose un prestigio en un circuito, el de las músicas de raíz americana, que opera extramuros de la atención mediática.
En una reciente entrevista los integrantes de la formación se autoclasifican como una banda integrada por “cuarentones y cincuentones sin urgencias por dar el pelotazo” y eso se traduce en su forma de operar….una opción vital donde “no importa tanto donde lleguemos, sino que el camino sea bonito”.
Una formación que como comenta un amigo esta en otro nivel, un nivel superior, con una exquisited que les distancia a años luz de lo que se puede disfrutar sobre la mayoría de los escenarios nacionales, y donde sus directos (para mi gusto y como su único punto a valorar) puede que pequen de excesivo «academiquismo» (si exitiera este palabro)….eso si, siempre caracterizado por el deseo de no repetirse y de aportar una brisa de frescura, y en donde a través de su propio repertorio, donde repasaron los tres albumes, y alguna versión de algunos de los artistas que forman su ascendencia, nos trasladan a eso que se llama americana con toques de folk, blues, psicodelia, góspel, funk, vodevil, western swing o aromas africanos. A lo largo de casi dos horas sonaron unos 19 temas, empezando por ese «Old True Love» de su nuevo trabajo y concluyendo con «Find the Door» de su trabajo ‘Welcome To Desert Town’ enlazada con «My Morning» de su primer trabajo ‘Strong enough to refuse’……«Es mi mañana, mi propio viaje/Las flores crecen por doquier/Mi tren rueda muy lentamente/Pero pronto estaré muy lejos….»; es cierto nos alejamos y volvimos a nuestras casas despues de esta mini edición del «SmallTown», pero volvimos con energía y con mucha carga positiva, algo muy necesario en estos tiempos oscuros, en estos tiempos en blanco y negro que nos han tocado vivir desde hace unos meses.
Bantastic Fand transcriben mejor que nadie, incluso que muchas bandas autoctonas del nuevo mundo, un genero musical, la Americana, a pesar de estar casi en las antipodas de esas tierras, y es que como cuenta en una antigua entrevista Nacho Para: “cuando era pequeño en Almería se veían africanos por el puerto, estaban los ingleses con las minas y los peliculeros que rodaban wéstern en el desierto de Tabernas. Era fascinante, y te preguntabas: ¿por qué no puede un tipo de Almería hacer música americana?”….y resulta que al final lo hizo y, además, muy bien. «Es mi mañana, es mi mañana/Y respiraré ese aire adorable»…y lo respiramos, no se si el aire de Almeria, el de las llanuras de Montana o el de las más cercanas Tierras de Pinares, pero al final salimos felices y con el espíritu (y los pulmones) llenos de felicidad; gracias a la gente de esta banda y a los responsables de este festival pequeño pero que año tras año se ha convertido en la referencia de los festivales de esta provincia.
Dicen que «su música corre cada vez más libre y distanciada de los mitos de juventud», e incluso que a estas alturas de sus vidas no tengan urgencias: “No tengo urgencias. Incluso si esto no fuera bien, seguiría haciendo música”, cuenta Nacho Para….no se si nosotros estamos en la misma situación, pero igual tendríamos que planteárnoslo.
Texto y fotos por Jesús Díez.
