Se presentó por fin el documental «Crock of Gold», una cariñosa biografía del compositor, cantante y poeta irlandés Shane MacGowan bajo dirección de Julien Temple y producida por Johnny Depp. El documental presentando en San Sebastián es un claro homenaje al punk, las borracheras a The Pogues, a sus broncas y a su líder Shane McGowan.
El alcohol tiene un papel central en la película; después de todo, empezó a beber con cuatro años por culpa de su tía, que lo emborrachaba mientras le enseñaba el Evangelio. Sirviéndose en buena medida de recreaciones y segmentos de animación e imágenes de viejas películas.
Todas las etiquetas entran en la vida de Shane MacGowan que pateó el tablero del establishment británico a principos de la década de los ochenta por parte de este bebedor pendenciero, agitador republicano, compositor admirado por Nick Cave y Tom Waits. Desde sus andanzas en las cloacas londinense hasta su importancia en el inicio del punk con The Nips o desde llevar a The Clash por primera vez a la tapa de un diario a su relación con Joe Strummer.
El alcohol lo acompañaba desde niño, y también lo hizo la escritura y la lectura. Crecer siendo irlandés en la Inglaterra de los 70 no fue fácil, como tampoco lo fue para la ola de africanos, jamaiquinos y sudamericanos que llegaba de manera masiva. Sus días transcurrieron entre libros y bares, y encontró refugio en el naciente movimiento contracultural desde sus inicios. Renunció a su trabajo y creó su primer fanzine. Bondage reseñó recitales de los Pistols, Eater, The Jam y Generation X.
El irlandés ya se había hecho cierta fama en la naciente escena del punk y alternaba trabajos en una tienda de discos y en la barra de un pub en el que ensayaban diferentes bandas. A finales del 76, Shanne Bradley, conocida como Dragonella, bajista en The Damned, decidió formar su propia banda. La idea inicial era mezclar los acordes clásicos que el punk empezaba a mostrar con el garage de la década de los 60 y el rockabilly. Así creó The Nipple Erectors. El nombre, pensado por la fundadora, fue rápidamente reemplazado por el que los llevó a la fama: The Nips.
MacGowan, que en esos momentos era conocido como Shane O’Hooligan, realizó una prueba con ellos. MacGowan entraría a formar parte de la formación. The Nips obtuvieron un gran número de seguidores de manera inmediata. En el 78, sin tener integrantes fijos salvo Dragonella y O’Hooligan, grabaron su primer single, que incluía las canciones “King of the Bop” y “Nervous Wreck”.
En 1980 grabaron su primera y único disco, «Only the end of the beginning» fue producido por Paul Weller, de The Jam. Posteriormente saldrían otros dos álbumes. Shane tenía la idea de volver a las raíces, levantar el guante que había transpirado la histórica banda de folk irlandés The Dubliners y transformarlo en algo aún más subversivo. La premisa era agregarle un poco de punk a la música tradicional de su país.
Unos años antes, MacGowan había conocido a Peter “Spider” Stacy, que sería otra pieza esencial en The Pogues por su característico uso de la flauta irlandesa (tin whistle), fue entonces cuando formaron una banda con Fearnley, Hasler, Stacy y el propio MacGowan.
Por aquel entonces se llamaban The New Republicans en el que interpretaban viejas canciones de los rebeldes irlandeses, con bases punk. Con Jem Finer, multi instrumentalista y compositor dentro de la formación, adoptaron el nombre de Pogue Mahone (una adaptación de “bésame el culo” en gaélico irlandés). Ya a mediados de los 80 la banda ya había obtenido cierta repercusión en pubs y radios locales. John Peel se interesó en su música y los invitó a participar en sus famosos programas de la BBC.
En 1984 entraron al estudio para grabar su primer disco. «Red roses for me» como homenaje al socialista irlandés Sean O’ Casey y al libro donde relata las huelgas obreras y separatistas de 1913. Y a partir de ahí ya todo es historia…
Shane MacGowan cumple 63 años el próximo 25 de diciembre. El músico, poeta, luego de que se le cayera su último diente, rehízo su dentadura por completo y se casó con Victoria en 2018. Desde 2015 está en silla de ruedas por una fractura de la pelvis. Al irlandés lo vienen dando por muerto desde hace muchos años. Todos apuestan cuánto tiempo le queda, pero él sigue yendo a bares y tocando cuando puede y quiere.