Comentábamos el otro día en redacción la certeza de que estamos viviendo un auténtico e incontestable Renacimiento musical: en contra de la opinión de agoreros y pesimistas en estos últimos años se están grabando de forma más mainstream , autoeditada o en streaming una ingente cantidad de álbumes que nos endulzan la vida y nos ayudan tanto en el día a día como en los inciertos y oscuros tiempos que nos ha tocado vivir.
Esta resurrección, renovación, o resurgimiento se debe a tres factores :
1-Aunque echamos (y mucho) de menos a tipos como Bowie , Lou Reed o Petty, los grandes iconos de la historia del rock siguen editando discos que emocionan y generan un continuo debate. Bruce Springsteen volviendo a las raíces con “Letter to You”, AC/DC sin Malcom en “Power Up”, Dylan y su rotundo “Rough and Rowdy Ways” o la eterna juventud de Neil Young junto a Crazy Horse o Promise of the Real son varios ejemplos de que las grandes leyendas no tienen intención ninguna de jubilarse.
2-Aquellos que tenían que mantener encendida la llama del RnR, el Country o el Folk en los momentos de bajón de los mitos anteriormente citados , como Jayhawks ,Lucinda Williams, Phish o Drive-By Truckers, o más jóvenes como Ryan Adams, se han consolidado contundentemente como clásicos contemporáneos, con trayectorias discográficas con varias obras maestras ( y sin pasos en falso) y actuaciones en directo de esas que se te quedan grabadas para siempre en la memoria.
3-Las nuevas bandas y solistas no solo beben de los grandes clásicos, sino que han filtrado cincuenta años de música para realizar su propia mezcla ,un extraordinario melting pot que nos sigue asombrando día tras día : grupos como Cordovas, GospelbeacH, Blitzen Trapper, Dawes, Israel Nash, The Teskey Brothers o Band of Heathens citan evidentemente a los padres fundadores , las cuatro bandas que mejor supieron conjuntar las diferentes músicas de raíces americanas (Allman Brothers, Grateful Dead, The Band y Little Feat), pero también miran por el retrovisor a Blue Rodeo, Wilco o The Black Crowes. Por su parte, extremadamente talentosas mujeres como Weyes Blood, Jess Williamson, Joana Serrat, Courtney Marie Andrews o Nuria Graham invocan a Joni Mitchell y Kate Bush, pero también a Neko Case, Cat Power o St. Vincent.
El vaso no está medio lleno o medio vacío, está totalmente desbordado por unos artistas que en los peores momentos siguen entregando obras de gran enjundia, con una diversidad estilística nunca vista y sin ningún tipo de fronteras. Desde finales de los añorados 70’s que no se vivía una fertilidad similar. ¿Exageramos? Maybe…