Laura Veirs publicó el pasado mes de octubre su undécimo álbum en solitario «My Echo». El álbum de diez canciones presenta colaboraciones especiales de Jim James, Bill Frisell, Karl Blau, y Matt Ward entre otros. Producido por Tucker Martine en el verano y otoño de 2019 en Portland, Orgeon.
Este undécimo álbum en solitario de Laura Veirs es un reflejo de su vida familiar y divorcio. Muchos de sus poemas se convirtieron en canciones para este álbum. Para cuando el álbum estaba siendo mezclado el otoño pasado, su ex-esposo y productor Tucker Martine, habían decidido tomar caminos separados. Ese equipo musical durante muchos años y sus luchas se refleja en este álbum.
En esta nueva tanda de canciones Laura Veirs se imagina escapando de una especie de prisión o jaula. La edad avanzada, los confines de la domesticidad, su gobierno opresivo y la amenaza del apocalipsis impregnan estas canciones. En estas canciones su corazón anhela certeza y permanencia, pero no se encuentra ninguna. Es un álbum sobre la desintegración. Revela la intuición de su artista en el trabajo.
Aunque estas canciones fueron escritas antes de la cuarentena son extrañamente relevantes para los tiempos en los que nos encontramos actualmente. Encontrarás a Laura mirando las paredes (Turquoise Walls), la encontrarás agradecida de estar vivo (Memaloose Island), aceptando la naturaleza efímera de la vida (Vapor Trails y All the Things), buscando la libertad personal mientras me siento atrapado (Freedom Feeling), o la encontrarás tratando de aceptar que a veces lo mejor que puedes hacer es quedarme quieto y no hacer nada en absoluto (Another Space and Time).
Grabar un nuevo álbum con su esposo como productor, mientras pasaba por una terapia de pareja que condujo a un eventual divorcio, «My Echo» no apunta a su pareja, sino que dirige los inquietantes sentimientos hacia adentro. Ella acepta la realidad que se desmorona de la vida y el amor, transformando sus sentimientos en una colección de canciones conmovedoras. El disco es una perfecta hermosa banda sonora perfecta para estos últimos tiempos, a veces triste, a veces doloroso, pero repleto de agridulce esperanzas para el futuro.