Los melómanos de Barcelona sabemos de sobra quién es Teo Serrano, aquel rockero que en su adolescencia formó parte de los míticos Intocables que respaldaron a Loquillo y Sabino Méndez en los años previos a los Trogloditas. Todas aquellas andanzas ya nos las contó Teo en el libro “El Rock’N’Roll de los prodigios” (2016) y lo que vino después se concretaría en Teo y los Reincidentes y en Teorema, proyecto que cuenta con la complicidad de Antonio Prió y que ahora nos brinda su segunda entrega. Y aquí he conocido su faceta como compositor quedando francamente sorprendido. En primer lugar porque sabiendo que se mueve por los ambientes del Rockbilly lo más lógico sería encontrarse con un trabajo de este estilo. Pero nada más lejos de la realidad porque como reza aquel álbum que grabara con un Loco que aludía a Dylan, los tiempos están cambiando.
Por esa razón, aquí encontramos variedad hasta decir basta: desde ecos de Andrés Calamaro en “Dime que sí”, excelentes medios tiempos como “Estoy en Madrid” y, en mi opinión, la valiente y erótica propuesta Pop que supone “Juegos en espiral”. Adictiva es quedarse muy corto. Tampoco falta Rock de toda la vida, ejecutado con la clase que posee este dandy de la Ciudad Condal, en “Supervivientes” o “Rock and Rolls’ Royce” e imaginación a raudales en ese “Mensaje de Joey Ramone al Dr. Frankestein” y es que también estamos ante un letrista que maneja bien el bolígrafo.
Entre las colaboraciones, cabe destacar al guitarrista Lauren Jordan y a Conce Zahino Naranjo, que viste con su voz la preciosa “Nana para niñas grandes”. En resumidas cuentas, un álbum que cuida los detalles —estupendos esos coros en los que participa, entre otros, el escritor Rubén Olivares— y que responde a su título y al espíritu de una música que cambió la historia: “El Rock And Roll es libertad”.
Foto por Fernando Descarrega.