Low Cut Connie nos regala la friolera de 17 canciones en su nuevo álbum «Private Lives». Una aventura de principio a fin su nuevo trabajo. El líder y pianista Adam Weiner líder de Low Cut Connie ofrece una interpretación conmovedora que recuerda al gospel clásico con un toque moderno, manteniéndose fiel a su sonido invaluable a pesar de que «Private Lives» es el sexto álbum desde 2010. El álbum no solo muestra un impresionante dominio técnico en una amplia gama de instrumentos, pero es extremadamente dinámico con un arreglo de canciones estilísticamente distintas.
Al empaquetar 17 canciones en un álbum, la banda logra crear canciones dinámicas que pueden cambiar de tono dramáticamente, imitando el reflujo y el flujo auténticos e intensos que tienen las emociones sin ataduras. Desde un punto de vista estrictamente técnico, Low Cut Connie parece entender procedimentalmente cómo infundir un sentimiento crudo en su música, haciendo que cada canción se destaque si eso es posible.
En «Private Lives», parece unir el blues, el gospel y el rock clásico con algunos sintetizadores para darle un toque moderno. Muchas de las canciones suenan similares a las pistas de la máquina de discos en un restaurante de la vieja escuela de los años 50, especialmente con el piano juguetón y, a veces el honky-tonk.
El disco no defrauda en lo más mínimo. A pesar de la gran lista de canciones, la banda logra mantener cada canción tan fresca e intrigante como la anterior. El piano sin duda es el plato fuerte del disco, algo que otros podrían servir para integrar más a su música. Mágico «Private Lives».
