Tristemente Capitol Studios cierra su división de masterización en Hollywood con cientos de trabajadores despedidos. Los propios estudios de grabación, un sitio turístico y un imán para los mejores artistas discográficos desde su apertura en 1956, permanecerán abiertos.
Pero las salas de masterización de Capitol Studios, que fueron casi tan veneradas por ingenieros y productores, no lo harán, ya que esos espacios se convertirán en estudios de grabación, presumiblemente mucho más pequeños que Studio A, donde Frank Sinatra solía grabar con una orquesta completa.