Tasjan! Tasjan! Tasjan!

Tasjan! Su apellido, repetido tres veces con signo de admiración, titula el nuevo trabajo de Aaron Lee.. Todo un grito de reafirmación, de “aquí estoy yo”. Defiende su nuevo disco con orgullo y determinación. Su mejor colección de canciones. La que le pone, por fin, en el top del rock americano. Todo el talento que apuntaba en sus primeros discos, llenos de grandes canciones pero que no acababan de ser un todo perfecto, queda definido en su nuevo trabajo. Por fin el disco que los sabíamos que tenía dentro.

Aaron es un tipo que, a sus 34 años, ya tiene mucho recorrido. Ha sido guitarrista acompañante en bandas como The New York Dolls, Drivin N Cryin o The Spin Doctors. Con su banda Semi Precious Weapons fue teloneado muchas veces por Lady Gaga. Aunque el grupo se separó cuando Jimmy Iovine le dijo «las bandas chicos maquillados ya no venden discos». Tras una mudanza de New York a Nashville, y después de un par de discos ya muy aprovechables, ha encontrado por fin su camino.

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Explorador nato, ha pasado por varias fases en su carrera, intentando siempre ir cambiando de orientación. Nunca había acabado de quedar satisfecho con el sonido de sus discos, así que propuso a New West autoproducirse. La discográfica, consciente de que el tercer álbum era definitivo, recelaba. Su única experiencia de producción era un trabajo de Drivin N Cryin. Así que se puso a grabar a espaldas de su sello, mandó unas maquetas y, sorprendidos por el sonido, le permitieron continuar junto a Greggory Latimer. El resultado es el que será uno de los álbumes más emocionantes del nuevo año. El que dudaran de él en la discográfica acabó siendo un desafío que ha salido bien. Su objetivo era crear un disco de guitarras donde las guitarras no sonaran como guitarras y lo ha conseguido. 

“Muchas de las cosas que la gente está escuchando en este disco que suenan como sintetizadores, teclados o incluso percusión, son solo guitarras que hice sonar de esa manera. Realmente, no trato de recrear algo que suene a los años 60 ni algo completamente moderno. Solo intento hacer algo que me parezca emocionante en el momento de grabar».

Sin duda, Tasjan ha conseguido crear un disco lleno de vida. Con melodías pegadizas de principio a fin. Sonido luminoso, alegre, explorador y muy juguetón. Cuentan que Kim Buie, el gran A&R de New West (cuánta felicidad debemos a este tipo) le dijo que tenía que cambiar su proyecto de portada, en blanco y negro, hacia una mucho más brillante. Acertó. Un disco lleno de luz necesitaba una portada así, impactante y colorida. La estética siempre ha sido importante para Tasjan y, una vez más, da en el clavo.

La identidad es uno de los temas más importantes de un disco que Aaron reconoce como muy autobiográfico en sus textos. Un disco de su tiempo, donde presenta amor propio y autoaceptación de su identidad. Tasjan es queer, y está orgulloso de serlo. Algo complicado de manejar en una escena masculinizada donde -recordemos- mucha gente sigue defendiendo la presunción de inocencia de Ryan Adams. Esa dualidad hombre-mujer le ha perseguido toda su vida y aquí la libera, homenajeando a sus héroes de la ambiguedad: Bowie, Lou Reed, Marc Bolan,…

En cuanto al sonido, tras darle muchas vueltas a las canciones, Aaron Lee lo encontró fundamentalmente en la época dorada de producciones de Jeff Lynne. Un sonido limpio y controvertido en su momento y ahora. También, en una entrevista, ha señalado a «Marcella» de los Beach Boys como una revelación personal. Hay mucho del espíritu de los Beatles rondando en el ambiente. Y, como no, Laurel Canyon. Un sonido al que están girando muchos artistas en estos tristes años 20. 

El álbum comienza con Sunday Women, un estallido pop que marca la línea del disco desde el minuto uno. Pop con un pie en la tradición y el otro en el futuro. Con un espíritu muy Beatle, canta acerca de encontrar la chica de tus sueños. Computer of Love, evoca al maravilloso debut de los Travelling Wilburys con una letra muy irónica acerca de las relaciones en tiempos de smartphones y redes sociales. ¿quienes somos en realidad? ¿nosotros o nuestros avatares? Up All Night es una canción que podría haber estado en cualquier disco de la E.L.O., (o en Full Moon Fever, de hecho) y cuenta los problemas de ansiedad que ha pasado durante años y que le mantenían despierto toda la noche. Dejar a un chico para salir con una chica, problemas de su día a día.

Another Lonely Day baja las revoluciones con una orientación más folk, con un exquisito trabajo de guitarras acústicos. Don`t Overthink It es otro de los momentos importantes del disco. Tom Petty flotando en el ambiente, en un tema sustentado por una línea de bajo y una serpenteante guitarra sintetizada.  

Feminine Walk es otro tema clave, donde presenta varias de sus curiosas historias personales. Su primer concierto regular en una cafetería cuando tenía 12 años, el abandono de su beca en el prestigioso Berklee College of Music para ir a NY, su noviazgo con una chica que acababa de romper con el fundador de Napster, … Una canción que abarca toda su vida musical; a veces con andares masculinos, a veces con andares femeninos. El álbum se va cerrando con temas como Now You Know (una pieza que recuerda al multipremiado disco de Kacey Musgraves), Dada Bois (un sobreproducido hinmo glam que es su particular homenaje a los dadaístas), Not That Bad (una canción de reconciliación en tiempos millenial) y Got What I Wanted (otra vuelta de tuerca en su particular concepción de la canción pop)

Este nuevo trabajo es un (gran) paso adelante en la carrera de su autor. A pesar de sus claras influencias, Tasjan ha escrito un álbum completamente contemporáneo. Lleva las canciones de amor más allá, llenándolas de problemática de género y tecnología.  Aaron Lee Tasjan ha sido uno de los artistas nuevos más respetados en la escena de Nashville y, con este disco, sigue abriendo nuevos caminos al género. Si, le podemos perdonar el egocéntrico título. Él puede.

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